Te doy la bienvenida a la despedida de este reto 🙂

¿Y si me caigo?”, perooh cariño, ¿y si vuelas?”.

Erin Hanson…

Te comparto el tema por escrito y también en audio, para que puedas elegir el formato que se adapte mejor a ti.

Y llegamos al final…

… que al final no es otra cosa que el principio

Al despedirnos quizás nos apetezca hacer un resumen de lo vivido y yo he querido hacerlo hoy contigo con un decálogo final de lo que creo que os ha podido aportar este reto

Esto de dar consejos yo ya lo estoy dejando, así que voy a compartiros doce reflexiones, que no consejos, por si os son de utilidad:

  1. Parece buena idea confiar en el proceso, confiar en vuestro vinculo, confía en su esencia, confiar en que todo estará bien y que si en algún momento no lo está, podrás darte cuenta-
  2. María Montessori siempre decía “sigue al niño” – y niña- y creo que esta máxima es aplicable en cualquier circunstancia, por eso es tan importante la observación.
  3. Tomar decisiones desde el miedo no suele traer los resultados esperados, ¿qué tal decidir desde el amor? Es decir, seguir nuestra intuición, hacer lo más generoso que podamos hacer; y confiar (en vez de temer) y actuar desde el amor incondicional suelen funcionar mejor.
  4. Ya no eres una niña, o un niño, ya no tienes que camuflarte para agradar, tomar decisiones desde nuestra autenticidad es el compromiso más grande que podemos hacer con nuestro niño/a interior.
  5. Tampoco es necesario que sigas las tradiciones de los demás si no quieres vivirlas (si quieres, bienvenida sea la fiesta), podéis crear las vuestras propias como familia, que os ayudaran a fortalecer el vínculo.  
  6. Si no estás a gusto, no es lo que necesitáis, esto vale para todo en la vida. Respetar las necesidades de todos incluye respetar las tuyas también.
  7. Si tienes dudas, ¿qué tal pensar en lo que más te gusta de la Navidad? ¿Y en lo que más gusta a tu pareja, si tienes? ¿Y a los peques? ¿Qué tal buscar propuestas e ideas desde ahí?
  8. Si piensas en tus momentos favoritos de la Navidad de tu infancia, ¿qué recuerdas? Seguramente esté lleno de compartir, disfrutar en familia, canciones, bailes, chistes y risas. Cuando nos centramos en agradecerlo, es más fácil que tomemos decisiones que nos cuiden.
  9. Ante el entorno, ¿qué tal darles reconocimiento, enfocarnos en las fortalezas de nuestra relaciones y empatizar -de verdad, no de postureo-? ¿Y qué tal usar el sentido del humor cuando empiecen a cruzarse líneas rojas? Mi ya mítico: «Eso era en tus tiempos…»
  10. Si empiezan las preguntas incómodas, puedes pensar en para qué no estás siendo honesto. Las preguntas de curiosidad, hacia los peques y hacia ti mismo/a, pueden serte de mucha utilidad
  11. La Navidad desde el punto de vista Montessori no tiene tanto que ver con prohibir, sino con exponer a los peques a la cultura y las tradiciones de nuestro entorno, darles sentido y propósito, muy alineadas con los ritmos de la naturaleza.
  12. Y por supuesto no solo en nuestro entorno, también en otras provincias, países, culturas, al igual que en otras religiones. Podéis incluso añadir las tradiciones que os gusten a vuestros rituales navideños. Para estos dos últimos puntos, quizás te sea útil lo siguiente que te comparto.

Espero que hayas disfrutado esta semana y sea el punto de partida para repensar cómo quieres que sea realmente tu Navidad.

 

Gracias por tu presencia aquí

Si tienes dudas, ojalá puedas elegir la conexión, la honestidad y la confianza, y no tanto la desconexión, la incertidumbre y  la inseguridad.

Y, ¿cómo hacerlo?

Ellos y ellas tienen todas las respuestas, suelta, confia y déjate sorprender. Aquí te lo conté todo:

https://educandoenconexion.es/navidad-honesta-ninos/

Me encantará que nos cuentes en redes sociales o por email.

Ojalá podamos llenar estas fechas de un poco más de magia.

Feliz navidad, feliz año nuevo, feliz vida.

Gracias por tu presencia aquí.

Y RECUERDA

EJERCICIO

Ahora es tu turno 🙂

Cierra los ojos, imagina que estás sentado/a en tu casa, es invierno (o quizás no, si estás en otro hemisferio), nieva (o no) y estas disfrutando de tu lectura y una bebida calentita.

Llaman a la puerta.

Te acercas y te levantas y abres la puerta.

Son tus hijos o hijas, ya mayores y traen de la mano pequeñas criaturitas, tus nietos o nietas.

Y tiene lugar una conversación como esta.

Piensa cómo sería, cómo te gustaría que fuera.

Abre los ojos, ¿qué estás haciendo ahora para que todo eso suceda?

Te toca hacer una lista de esas tradiciones que te gustaría recordar, y otra de las que crees que le encantarían a vuestros peques. ¿Coinciden? ¿Son compatibles?

Y lo más imporante, ¿qué ves en tu hijo o hija?

Qué habilidaes y características te encantaría que tuviera (siendo cómo es, auténtico y amado incondicionalmente).

Qué estás haciendo hoy para favorecer que estas habilidades florezcan.

Cómo estás siendo hoy ejemplo de todo lo que te gustaría ver en ellos.