En general se considera al niño como un ser receptivo y no como un individuo activo; y esto ocurre en todos los campos: el desarrollo de la imaginación también es tratado desde este punto de vista; se relatan al niño cuentos de hadas, historias encantadoras de príncipes y princesas, y se cree que todo ello desarrolla la imaginación, pero escuchando tales o cuales historias, el niño no hace más que recibir impresiones, no desarrolla por completo sus propias posibilidades de imaginación, una entre las más altas cualidades de la inteligencia. En el caso de la voluntad, este error aun es más grave, porque la educación habitual no solo evita a la voluntad la ocasión de desarrollarse, sino que obstaculiza este desarrollo e inhibe directamente su expresión. Toda tentativa de resistencia por parte del niño es tomada como una forma de rebelión: se diría que el educador hace todo lo posible por destruir la voluntad del alumno. Por otra parte, el principio educativo de la enseñanza a través del ejemplo conduce al educador a poner a un lado el mundo de la fantasía, a presentarse a sus alumnos como modelo. Y de ese modo, imaginación y voluntad permanecen inertes y la actividad de los niños queda reducida a seguir al maestro, tanto si cuenta historias como si actúa. Finalmente, debemos liberarnos de estos prejuicios y afrontar con valor la realidad.

Maria Montessori

La mente absorbente

En la lección de hoy veremos cómo podemos seleccionar (mientras nos dejen) los libros de nuestros niños, según la etapa de desarrollo en la que se encuentren, de los cero a los tres años o de los tres a los seis.

Junto con los juguetes, los libros son otro de los materiales indispensables de cualquier hogar «Montessorizado».

Los libros que elijamos (al principio los elegiremos nosotros, más adelante los elegirán ellos) deben ser muy variados: Álbumes ilustrados, cuentos infantiles cortos, cuentos largos para leer con ellos por capítulos, libros científicos, atlas de geografía, arte e historia, etc. Para los más pequeños podemos elegir libros de páginas gruesas, con texturas distintas, espejos o con imágenes reales.

El primer libro que presentemos a nuestro bebé recién nacido puede ser un libro de cartón duro con imagines en blanco y negro. El objetivo no es que entienda el libro, ni se entretenga, ni lo coja él mismo, tan sólo queremos pasar un rato juntos disfrutando de la literatura mientras que su mente absorbente interioriza nuestro amor por los libros, ya sabéis, dicen que los niños se hacen lectores en los regazos de sus padres, y creo que es totalmente cierto.

 

Cuando el niño empieza a pasar temporadas boca abajo, podemos ofrecerle los libros «crujientes» o de texturas, y, si tiene hermanos, podemos animarles a que se los muestren o lean. Finalmente, cuando consiga sentarse por sí mismo, estará encantado de utilizar los libros él mismo y de intentar pasar las hojas. Es un ejercicio muy importante de motricidad fina y a la vez de imitación del resto de la familia.

Quizás en esa etapa sea un buen momento para presentarles un libro, explicarle lo que es, para que se usa y, sobre todo, explicarle que es muy delicado y cómo se pasan las páginas. No podemos pretender que en este momento interiorice las normas que tienen los libros, así que, desde este punto de partida y hasta que esté preparado, solo dejaremos a su alcance libros de páginas gruesas.

Recortar el papel es algo muy divertido y muy atrayente para los niños de 1-2 años, podemos ofrecerle papel blanco para que lo haga trizas (si usamos un viejo periódico o revista nos será más complicado hacerle entender porque no puede hacer lo mismo con el que acabamos de comprar) Nosotros tenemos una caja donde vamos dejando el papel impreso por una cara que ya no nos sirve y que ofrecemos a las niñas para que recorten.

Los libros que tratan acontecimientos importantes de su vida (un nuevo hermano, una mudanza, dejar el pañal, entrar en el cole, etc) suelen gustarles mucho y son geniales para trabajar con ellos los posibles miedos que puedan tener al respecto.

¿QUÉ LIBROS ELEGIR A LOS NIÑOS?

Una vez que son mayores, en torno a los dos o tres años empiezan a demandar otro tipo de libros. Para saber qué tipo de libros son los que demandan, lo mejor es acompañarlos a la biblioteca a hacerse el carné y que puedan elegir los libros que ellos consideren.

  • Libros de entretenimiento. Los que «tan solo» sirven para pasar un buen rato leyendo juntos o por separado.
  • Libros sin texto, que les permite desarrollar toda su imaginación y expresión oral,  y un cierto grado de autonomía, porque al no tener letras pueden leerlos incluso antes de saber leer.
  • Libros que nos sorprenden, que podemos usar como un mero entretenimiento o con un fin como enseñar los números y las letras a los niños. Un ejemplo de este tipo de libros son los pop up, los de scanimation,  los de ilusiones ópticas, solapas, etc.
  • Libros para emocionarnos o divertirnos “simplemente”.
  • Libros de adoctrinamiento suave (que pueden ayudarles en ciertas circunstancias) Hay situaciones que a los niños les cuesta asimilar (como la muerte, la adopción, una enfermedad, la guerra, etc.) y otras situaciones que podemos ayudarles a normalizar con libros (dejar el pañal, un nuevo hermano, empezar el colegio, etc) Los libros son muy útiles para este menester y además suelen gustarles mucho porque se sienten identificados con esas situaciones.
  • Libros de conocimiento, muy relacionados con el tema de Pre-educación cósmica que veremos dentro de un par de lecciones, es la forma en la que podemos introducir a los niños en el conocimiento de la cultura, la naturaleza y la educación cósmica. Podemos buscar en la biblio o comprar según los intereses y las necesidades del niño los siguientes tipos de libros:

Libros de Educación cósmica, experimentos, cocina, naturaleza, animales, árboles y plantas, el paso de las estaciones, el universo y el espacio, el cuerpo humano, historia, prehistoria, geografía y atlas, arte (pintura, arquitectura, escultura), música, religiones, mitología, otras culturas y tradiciones.

¿Y LOS LIBROS DE FANTASÍA?

En la siguiente lección profundizaremos al respecto, pero os adelanto que suele criticarse a la pedagogía Montessori frecuentemente porque no permite el desarrollo de la creatividad y la imaginación. Bien es cierto que en Montessori no se fomenta la fantasía, pero también es importante recordar que vivimos en un mundo globalizado, que nuestros niños se juntan con otros niños y la presión de grupo incluso a edades tempranas es importante y que, en mi opinión, si demandan libros de fantasía debemos ayudarles a conseguirlos, bien sea en la biblio, bien sea por trueque o como regalo de cumpleaños.

TAREAS

1/ Pensad en qué momento está nuestro hijo y qué libros puede necesitar.

2/ Id a la biblioteca si no lo hacemos habitualmente y haceros el carné.

3/ Si tenemos tiempo, leer este texto de Silvia (el de realidad y fantasía) para la siguiente lección.

RESUMEN

  • Cuanto más pequeños sean nuestros hijos, más esfuerzo debemos poner en ofrecerles libros con imágenes reales.
  • Desde que nacen (o incluso desde la tripa) podemos empezar a leer, pero siempre con libros adecuados para su edad y siguiendo sus normas y no las nuestras.
  • Hacerse el carné de la biblioteca es esencial para fomentar su hábito lector y, además, es una oportunidad para tener contacto con los límites y normas sociales de una forma lúdica.