Hola! Creo que la más difícil sin duda es la regulación, aunque me doy cuenta de que nos falta identificar muchas emociones, a veces nos quedamos con las «básicas». En casa tenemos vuestra lámina en la nevera y ahora no recuerdo cuál me dijo mi hija que faltaba, le preguntaré 😉
Creo que a mí la que más me cuesta sostener es la rabia, sin embargo Thibault suele llevar mucho peor acompañar el llanto (yo sospecho que por diferentes estilos de crianza nuestros también…)
Quería compartir con vosotros un libro que me he leído este verano, muy cortito y del que tengo dobladas casi todas las esquinas (señal inequívoca de que me ha impactado 😉
Se titula El sorprendente propósito de la rabia, de Marshall B. Rosenberg (el de CNV). Os copio solo una frase muy cortita en que dice «La palabra emoción significa básicamente ponernos en movimiento, movilizarnos para satisfacer nuestras necesidades».
Un abrazo!