Montessori tiene fama de ser “un método caro y elitista”, yo odio profundamente esta afirmación por tres razones: No lo considero un método sino una filosofía, no lo considero caro si lo comparamos con el gasto en libros de texto que deben comprarse cada año…y no debería ser elitista, pero al final como no tiene mucha cabida en la iniciativa pública (al menos de momento, todo se andará jiji). En todo caso, es sencillo elaborar algunos materiales en casa, como es el caso de este alfabeto móvil.

A qué edad se debe aprender a leer y escribir es un debate constante no solo en la actualidad sino desde hace cientos de años: Hace unos días me estaba leyendo una biografía de Felipe II en la que sus tutores discutían sobre la edad  a la que el Príncipe debía aprender las letras (al famoso Rey no le atraían mucho las letras en su tierna infancia jiji o igual ya a esa edad le gustaba dilatarlo todo en el tiempo XD). Opinaban que “ni tan pronto como los tres ni tan tarde como los siete”. Casi 5 siglos después seguimos debatiendo intensamente, la pedagogía Waldorf no contempla la lectoescritura hasta primaria (podéis leer el post de Aguamarina al respecto), al igual que en los países nórdicos. Nuestra escuela tradicional presiona mucho para adquirir la lectoescritura en la etapa de infantil y es una crítica que oigo muchas veces también sobre Montessori (crítica que solo puede estar fundada en el desconocimiento de lo que es Montessori en su esencia).

El debate está servido, pero como siempre los niños tienen la respuesta, hay niños que quieren aprender a leer y escribir con 4 años (lo he visto con mis propios ojos, mi hermano aprendió voluntariamente a esa edad) y hay niños que no lo harán hasta los 7 (o más) y serán grandes lectores el resto de su vida. Seguir al niño siempre es la clave.

Según las observaciones de la Doctora Montessori, hay un periodo sensible de escritura que puede empezar a los 3- 4 años y un periodo sensible de lectura que puede empezar a los 4-5 años. El proceso parte siempre a voluntad del niño, leer y escribir es uno de los grandes logros de la infancia y de la humanidad: El alfabeto es lo que permitió la divulgación de la sabiduría y debemos transmitirle a los niños lo maravilloso que es saber leer y escribir, no per se, sino para poder acercarnos al conocimiento, comprenderlo, dominarlo y usarlo en nuestro favor. Esto se trabaja así mismo como parte de la Educación Cósmica que reciben los niños en Taller (primaria), con una de las grandes lecciones, la “Historia de la Escritura”. Este verano he leído este libro,La escritura: Memoria de la humanidad,  tan genial al respecto, no es un libro Montessori, pero sí muy relacionado con esta materia.

Al final me ha salido un alegato enorme para explicaros que la gran dificultad que tiene un niño que quiere escribir (en Montessori suelen aprender a escribir antes que a leer, porque es más sencillo codificar que descodificar y más sencillo expresarnos que comprender lo que nos quieren decir los demás…) es que no tienen destreza con el lápiz. Para ello, Montessori preparaba los niños con las actividades de vida práctica, materiales sensoriales (como los cilindros con botón) y los resaques metálicos para que pudieran desarrollar el control de la mano tan necesario para escribir. Hasta que eso ocurra, los niños escriben con el alfabeto móvil, que es simplemente un conjunto de letras bicolor (vocales en un color y consonantes en otro) que pueden usarse para escribir muy fácilmente, una vez que “descifran” el código.

Para fabricar este alfabeto móvil, express, lowcost, DIY y super molón jiji necesitamos:

– Letras de manualidades de madera (nosotros hicimos minúsuculas de Amazon y mayúsculas de un bazar chino)

– Colorante (usamos alimentario – Americolor, pero valdría cualquiera– y también podría servir tempera líquida o diluída)

– Bandejas desechables de alimentos o cualquier otro recipiente.

– Agua y sal (opcional, dicen que se fija mejor el color…)

Pasos:

1/ Con la ayuda del peque separamos vocales de consonantes y aprovechamos para nombrar su sonido (el fonema, no el nombre de la letra)

2/ Preparamos agua con colorante rojo y azul y las dejamos en distintas bandejas

3/ Echamos las vocales en un recipiente y las consonantes en otro

4/ Esperar, y esperar y esperar jiji y las retiramos del agua (nosotras esperamos un día entero)

5/ Las dejamos secar y ya podemos usarlas.

Lo ideal sería encontrar una caja donde poder guardarlas de forma ordenada, nosotros como es el alfabeto que tenemos en la casa de campo para un uso muy ocasional, simplemente las ordenamos antes de que quiera usarlas.

En unos días os enseñaré otras 10 maneras de improvisar un alfabeto móvil y también os mostraré como podéis presentarlo a vuestros peques, que este post al final me ha quedado muy largo, pero me parecía importante explicar porque es tan importante el alfabeto móvil en Montessori y por supuesto, mostraros que no tiene porque ser algo caro o elitista : ) También os muestro la diferencia que hay con nuestro alfabeto móvil Montessori “auténtico” jiji es cursiva eso sí, lo compramos en Jaisa Educativos, como siempre (si os animáis a comprarles materiales, somos afiliados 🙂 ).

Os muestro también el alfabeto en mayúsculas, teñido con el mismo sistema. Por supuesto también podéis pintarlo, de hecho el alfabeto de Jaisa está lacado, supongo que para ocultar la veta, pues los más puristas dicen que distrae a los niños, pero la forma más rápida y económica de hacer un alfabeto móvil Montessori es ésta 🙂