Inicio › Foros › Eduquemos en positivo – primavera 2022 › Dudas para Bei (o Miguel) › Respuesta a: Dudas para Bei (o Miguel)
Yo tengo una duda respecto al tema de premios, castigos, consecuencias y límites.
Miguel en uno de los vídeos puso un ejemplo algo así (creo recordar): se le decía al niño que si terminaba los deberes iban al cine, y si no los terminaba (porque no quería), al final no iban al cine y ambos salían «perjudicados».
Pongo en situación, y sería algo similar.
Si, por ejemplo, una tarde me apetece llevarlas a un parque o a quedar con unos amigos. Se lo digo: chicas, ¿os apetece ir luego a…? Obviamente dicen ¡si! PERO mi «condición» (lo que sería mi límite) es que antes de irnos dejemos la casa recogida de juguetes porque luego llegaremos tarde, a la hora de la cena, y ya no daría tiempo a recoger y la casa (al menos las zonas comunes) tienen que quedar recogidas de un día para otro (es un límite de nuestra casa).
Se lo digo, y con anterioridad y ellas dicen: ok. Además les informo a qué hora (aprox.) tendríamos que salir para que nos de tiempo a estar un rato con los amigos y no se nos haga muy tarde.
Hasta aquí todo bien. Todas de acuerdo, todas dicen que lo entienden.
PERO llega la hora de irnos y nada. Ni recogen. O se pelean, se gritan… El caso es que hay «mal rollito» y a mí me han puesto tan nerviosa y me siento tan frustrada porque no cumplan los acuerdos que se me quitan las ganas de ir a ningún sitio.
Aquí mi pregunta.
Si digo que ya no vamos a ningún sitio porque no han cumplido los acuerdos y a mí se me han quitado las ganas, ¿sería un castigo? ¿Consecuencia lógica?… porque entiendo que hacer algo (en este caso ir al parque o a ver a los amigos) obligada porque lo dije en su momento, sería una falta de respeto hacia mí misma, no? Además, si vamos a pesar de que no cumplen los acuerdos, ¿no estaría siendo excesivamente amable?.
El no ir, para mí, no sería un castigo porque no lo digo para «fastidiarlas». Me explico, no? Lo haría porque realmente se me quitaron las ganas y ya no me apetece ir por ahí.
La verdad es que a veces me cuesta ver la diferencia entre un límite y un castigo. Porque para mí puede ser un límite claro pero ellas lo pueden interpretar como un castigo.