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En la primera imagen el bebé va porteado a la espalda. Siente el calor de su porteador, lo que le debe transmitir calma y seguridad. Va muy cerca de la cabeza de su porteador, con lo que puede escuchar todo lo que esa persona dice con claridad, y probablemente “ser testigo” de la interacción de éste con otras personas/animales/plantas… Por tanto, los estímulos visuales, sonoros y táctiles están muy presentes al ser porteado. Además al ir “colgado” de su porteador, puede acompañarle a prácticamente cualquier sitio (en la imagen se ve el campo). Siente el movimiento de forma parecida a como lo hacía dentro del útero materno. Puede “refugiarse” cerca del cuerpo de su porteador si los estímulos que recibe del exterior son “demasiado” para él.
En la segunda el bebé está en una especie de maxicosi. Creo que la sensación aquí debe de ser de más vulnerabilidad. En la foto en concreto puede oír con claridad las voces de las peques, sentir su calor,.. pero si fuera llevado por un adulto probablemente oiría con menos claridad las conversaciones (al no estar tan cerca como cuando es porteado), interaccionaría menos con el exterior, y probablemente no llegaría a tantos sitios distintos como cuando es porteado. En este caso, siente el movimiento de manera distinta a cuando estaba en el útero, ya que depende del tipo de suspensión del carrito y de la zona por la que esté “rodando” el que los movimientos sean más bruscos o menos, pero nada parecidos al caminar de su madre. Además sólo tiene contacto con la tela del carrito, que no es comparable con el calor del cuerpo de su mamá o porteador.
Portear creo que siempre es la mejor opción, por lo comentado arriba. Aunque creo también que es compatible portear y utilizar el carrito, especialmente cuando el bebé ya es más mayor y quizá no necesite estar tanto tiempo cerca de su madre.
Conforme los peques van creciendo, lo de portearlos va un poco a costa de nuestra espalda, y quizá por eso se tiende a ponerlos más en el carro cuando ya superan un determinado peso. De todos modos veo bebes/niños de 1.5 , 2, 3 años disfrutando enormemente del porteo de sus progenitores.
Así que, siempre que se pueda, creo que priorizaría el porteo.
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La vida desde la prehistoria ha cambiado muchísimo, sin embargo los seres humanos, nuestros genes, etc. no han cambiado prácticamente nada. Así, parecería que realmente adaptemos nosotros culturalmente a los niños hoy en día, ya que las condiciones en las que nace un bebé hoy no tienen nada que ver con las que conocía un bebé hace millones de años. En cualquier caso, lo que sí parece es que los niños ya tienen esa potencialidad dentro suyo y pueden adaptarse a cualquier escenario.
Lo que quisiera transmitir y no sé si me estoy expresando bien, es que creo que nosotros no adaptamos a los niños en sí, ellos tienen el potencial de hacerlo, pero sí les “sumergimos” y somos su apoyo en las particularidades culturales de nuestra época, que son muchas.