Respuesta a: 17. Deberes I

#62866
ester_saval
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Hola!

Yo soy estilo Bei, de pequeña recuerdo con cariño incluso los deberes jejjeje. Yo no concebía ir al parque antes de hacerlos y a poder ser, a la perfección. Sin embargo, guardo muy vívidamente la única vez que me castigaron en el colegio, en 3º de primaria. Olvidé traer un dado de cartulina que había hecho el día anterior. Evidentemente no me dejaron ir a casa a por él y tuve el mismo castigo que los que no lo habían hecho. Salir no recuerdo si 30 o 60 minutos más tarde a mediodía (teniendo que ir corriendo a casa a comer y volver, por no hablar del susto que se debió llevar mi abuela de ver que no estaba a la hora habitual en casa…) Recuerdo que lo que me dolió especialmente fue lo «injusto» que lo consideré porque alegué que podía ir a casa y volver a traerlo (que si no lo tuviese hecho hubiese sido imposible) y con mi «expediente» era «inimaginable» que no se fiaran de mí. Es cierto que la profesora actuó de manera «justa» para todos los que no habíamos traído la tarea, independientemente de la causa pero creo que lo que más me dolió fue pensar que ella no se fiaba de mí. En casa, eso sí, ni un reproche tuve, se sumaron a mi sentimiento de injusticia eejjeje

2. uff, desde los deberes que asumimos que se dan por sentado con la escolarización, el dejar el pañal cuando se avecinan los 2 años, el saludar con un beso a alguien que acabas de conocer …. menos mal que vamos abriendo los ojos y cambiando la mirada.

3. La cita sinceramente cae por su propio peso. El aprender «por gusto» motivaría otras dinámicas totalmente distintas. Creo que hay mucho escepticismo al respecto de los no-deberes (por no hablar de los no-exámenes…). Nosotros, padres que hemos apostado por una escuela innovadora en esta línea, los primeros que tuvimos dudas al inscribirla como primera opción. Ahora, en 2º de primaria, lo vemos tan normal que lo contrario nos sorprende.

Me ha encantado escuchar este tema! 😉