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14th julio 2020 a las 10:48 pm #22665celia_castilloMiembro
Hola!
Mi hijo está ahora en esta etapa, tiene 31 meses.
Desde hace unos meses que le encanta jugar al escondite, y es muy divertido porque te dice: «Escóndete aquí (detrás de la cortina, por ejemplo), que te voy a buscar» y aunque sepa dónde te has escondido, sale a buscarte por toda la casa.
En cuanto a movimiento, desde el inicio de la etapa que le gusta subir y bajar escaleras, saltar, trepar. En la escuelita tiene unas espalderas por las que le encanta subirse desde hace relativamente poco, le gusta subirse al triángulo Pickler, le gusta subir por rampas, bajarse por el tobogán.
Desde aproximadamente los dos años que le gusta construir torres de cubos. Anteriormente tenía los cubos (los tiene desde el año, si no recuerdo mal), y le encantaba tirarlos. Ahora también le gusta construir 🙂
También le gusta mover las sillas de sitio y además ha descubierto que si se sube a ellas puede llegar allí donde normalmente no llega.
Me apunto las presentaciones de actividades de prensión y de ensartar, para proponérselas.
La cocinita sigue siendo el juego que nos acompaña desde que era bien pequeño, además le gusta participar en la cocina cuando nosotros estamos cocinando y le dejamos hacer siempre que la actividad sea segura.
En su cocinita tiene diferentes botes con legumbres, pasta de sopa y macarrones. Él lo suele juntar todo, pero desde hace muy poquito (un par de semanas) que también participa cuando yo las clasifico por tipo, en los diferentes botes.
Le gusta mucho la música, escucharla, bailarla, tocar instrumentos. Muy a menudo pregunta: ¿Qué es ese ruido?, está atento a todos los sonidos que oye y muestra interés.
En casa también intentamos estimularle el sentido del olfato dejándole oler diferentes materiales (café, especies, flores… lo que se nos ocurre).
Desde que era bebé que le hemos leído cuentos, y aproximadamente desde los dos años que hemos instaurado el cuento antes de ir a dormir. Le gusta mucho.
Respecto a las actividades artísticas, parecía que no mostraba mucho interés, pero desde que hice la lección del ambiente preparado que le preparé un rinconcito en el salón con pinturas, papel, colores, ceras, plastilina que parece que muestra algo más de interés, aunque no es lo que más le gusta. Hace unos meses tenía mucho interés en utilizar la plastilina para jugar a cocinitas, también, y cortaba la plastilina y la ponía en las ollas.
Respecto a la vida práctica: le gusta barrer y fregar, encender el lavavajillas y ayudar a llenarlo y vaciarlo, muestra interés en poner la ropa a lavar, da de comer a la gata, le encanta jugar con agua a hacer trasvases, riega las plantas, le gusta jugar con las pinzas.
Tenemos algunas dificultades sobrevenidas hace poco con el cuidado de sí mismos: no le gusta lavarse las manos ni los dientes, y aunque la ducha sí le gusta, no quiere hacerla él solo (aunque podría). Tampoco quiere vestirse solo, ni desvestirse. Me quedo con las diferentes presentaciones para estas actividades, para ponerlas en práctica.Muchísimas gracias, Bei, por tantas ideas. Ha sido un gusto poder hacer este curso y profundizar en la mirada Montessori.
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14th julio 2020 a las 12:29 am #22643celia_castilloMiembro
Hola!
En esta edad ya le gustaba jugar a cocinitas, y a barrer y fregar el suelo.
Nos regalaron unos cuentos musicales, en los que tocabas un botón y sonaba una pieza de música clásica, que también le gustaban mucho. Le preparé una cesta con todo de instrumentos musicales sencillos (maracas, xilófono, triángulo, kalimbas…), y le gustaba jugar a escuchar los sonidos que emitían.
Disfrutaba también jugando al pilla pilla, o a que hiciéramos rodar la pelota de pilates detrás suyo para perseguirle.
Le gustaba jugar a la compra, con un pequeño carro que le regalaron en su primer cumpleaños, y acompañarme a comprar a mí.
Le gustaba mucho mirar y que le explicáramos cuentos.
Al año y medio le regalé su primera muñeca de trapo, que también le gustó mucho y con la que aún juega ahora (ahora con muchísimo más juego simbólico que con 18 meses). -
12th julio 2020 a las 1:07 am #22556celia_castilloMiembro
Hola!
En esta edad, a mi hijo le gustaban los cuentos en los que sonaba música. En casa nos gusta mucho la música, y siempre ha escuchado lo que nos ha gustado. Nos regalaron estos cuentos y los escuchábamos una y otra vez.
Recuerdo que los elementos del cesto de los tesoros, al principio servían para tirarlos lejos.
Y que uno de los juegos que más le gustaba a Guim a esa edad era jugar a sacar y meter cosas, a tirar cosas al suelo para ver cómo caían y escuchar el ruido que hacían. Con 10 meses descubrió que podía pasar un objeto a través de otro que tuviera un agujero, y le gustaba repetirlo una y otra vez. También le gustaba romper el papel.
Al año ya jugaba con la cocinita, y le encantaba barrer y fregar el suelo. -
12th julio 2020 a las 12:39 am #22554celia_castilloMiembro
Hola!
Mi hijo ya ha pasado esta etapa. Me ha gustado conocer el topponccino, pues no sabía nada de él y me parece muy buena idea.
Sobre móviles, tuve dos, uno me lo regaló mi madre y otro mi suegra. No eran para nada montessori, y la verdad es que no los utilizamos mucho pues porteamos muchísimo, y se quedaba poco tiempo en su cunita.
Las pelotas sí, las compré en etapa de gateo, tanto la Montessori de gajos como la Pickler. En casa empezamos a hacer movimiento libre cuando Guim tenía cuatro meses, y fue allí donde aprendí más cosas sobre estos materiales. Quizás se las compré tarde, el caso es que no les hizo caso hasta meses después.
También tuvo cesto de los tesoros, los dos nos los regalaron. Al principio no les hizo mucho caso, pero ahora aún juega con los materiales que lo componen. -
9th julio 2020 a las 10:31 pm #22462celia_castilloMiembro
Gracias por el vídeo, Bei. Me ha encantado el ejemplo del ir a comer al restaurante y poder ir a dar un paseo entre plato y plato. Desde que Guim empezó a caminar que ha sido imposible ir a ningún sitio sin que él tuviera que moverse en algún momento de la silla. Y lo entendemos y lo respetamos. Pero no siempre la familia lo entiende (abuelos, tíos), y yo acabo pasándolo realmente mal, justificándome contínuamente…
Y dicho esto:
1. Creo que nuestra educación es muy diferente al enfoque Montessori, y el concepto de obediencia que hemos recibido de nuestros padres es completamente diferente. El concepto que hemos recibido ha sido el de «hacer caso al adulto, sin poner objeciones». Y eso rompe con cualquier posibilidad de pertenecer. Es una gran deconstrucción la que tenemos que hacer ahora. Recuerdo pensar, cuando tuve a Guim, en: «Yo no quiero que haga caso a lo que digo porque sí, yo quiero que pueda pensar por sí mismo y ser crítico. Y si algo no le gusta, que me lo pueda decir.»
2. – No saltes en el sofá: me da miedo que caigas saltando del sofá y que te hagas daño, ¿vamos mejor a la cama a saltar?
-No cantes tan fuerte (esta es de hoy mismo, mientras estábamos en el tren de camino a casa. Tengo que decir que lo he dicho sin el no, y no ha funcionado mucho): hay personas aquí que quieren descansar mientras viajan, ¿cantamos más flojito para no despertarlas?
– No le quites el juguete de las manos a tu primo: si quieres jugar con su juguete, se lo puedes pedir, o esperar a que haya terminado de jugar con él.
– No le tires de la cola al gato: ¿quieres que le hagamos caricias al gato?
– No salgas descalzo a la terraza: ¿ponemos las zapatillas antes de salir? -
9th julio 2020 a las 1:03 am #22405celia_castilloMiembro
1. Oh! Llego tarde, y el gráfico no lo he podido ver.
2. Ejemplo 1: Recogemos los juguetes cuando hemos terminado de jugar, porque si están por el suelo nos podemos tropezar y hacer daño, o romper los juguetes. ¿Quieres que te ayude a recogerlos?
Ejemplo 2: No tiramos la comida al suelo. Si no tienes más hambre, lo puedes dejar en el plato.
Ejemplo 3: Antes de cruzar la calle siempre nos tenemos que fijar que el semáforo esté en verde, porque si no, un coche nos podría atropellar y hacer mucho daño. ¿Me avisas cuando se ponga en verde? -
9th julio 2020 a las 12:32 am #22404celia_castilloMiembro
1. Mi hijo de 2,5 años últimamente cuando se enfada nos grita: «Marcho» y se va de la habitación. A veces le doy unos segundos para estar solo, luego voy a donde está, y poniéndome a su altura verbalizo la situación que nos ha llevado a su enfado, intentando poner nombre a la emoción que le ha podido aparecer. Después le suelo ofrecer un abrazo, ir a ver a nuestra gata, o hacer algo juntos.
2. A mí, lo que me funciona como tiempo fuera positivo es desplazarme a otra habitación, respirar conscientemente, leer, o salir a tomar el aire. Mi pareja lee o juega a algun juego con el ordenador.
3. Creo que antes de los 3-4 años es difícil que puedan regularse solos, y que es necesario que alguien les explique lo que les está pasando.
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6th julio 2020 a las 1:09 am #22206celia_castilloMiembro
1. La mama no está así por ti, sino por…
Te quiero tal como eres.
Soy feliz de tenerte a ti como hijo mío.
Estoy orgullosa de ti.
¿Puedo darte un beso/un abrazo? Me gustaría poderte abrazar (cuando está enfadado).
Deseo que puedas confiar en mí, pase lo que pase.2. Aspectos a pulir: debo tener más paciencia y respetar más el tempo de mi hijo. Por ejemplo: esta mañana jugaba con plastilina, estaba dejando todos los botes abiertos, le he avisado que la plastilina se pondría dura si la dejaba fuera sin tapar. A la mínima oportunidad que he tenido, he empezado a guardar la plastilina para que no se estropeara.
3. Sobre el vídeo, me quedo con la idea del cambio de paradigma en la educación, y la importancia de las emociones tanto en el aprendizaje como la salud misma.
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4th julio 2020 a las 11:50 pm #22159celia_castilloMiembro
¡Hola!
1. Me ha encantado el artículo! Desde el principio he tenido claro que no quería que mi hijo viera la televisión, y me he reafirmado cuando alguna vez la hemos tenido puesta y he observado su reacción al verla. Pero con el artículo ahora lo tengo muchísimo más claro!
También tuve mi momento crítico las navidades pasadas, pues yo no era partidaria de seguir el juego ni a los reyes magos ni al tió (tradición catalana) o al papá noel, pero me quedé sola defendiendo mi postura. Mi marido, aunque entendía mis motivos, no los compartía, y para la familia, tanto de mi parte como de la suya, era robarle la infancia a mi hijo el hecho de dejarle vivir con fantasía la navidad.
También es verdad que ver la cara de mi hijo el día de la cabalgata de reyes me reconcilió un poco con la situación, pues estaba feliz… La verdad es que es todo un tema, porque en muchas ocasiones el entorno no ayuda a no fabular.
2. Creo que el poder conseguir algo a la primera sí que aporta esa seguridad al niño, y querrá decir que el material está enfocado en sus necesidades reales (hablando desde el punto de vista Montessori). De esta manera, el niño no abandonará la tarea, es difícil que se frustre, y si es un material lo suficientemente abierto, le permitirá ir más allá, y adquirir nuevos aprendizajes.
3. Juguete: cajas de cartón de diferente tamaño que se guardan una dentro de la otra. Cada caja tiene un objeto o animal representado, un número, y la representación del objeto/animal repetidas tantas veces como indica el número. Necesidades que cubre.
– Apilar.
– Construir y destruir.
– Ordenar por tamaño.
– Meter y sacar cosas, meter una caja dentro de la otra.
– Juego simbólico (utilizarlo como platos o boles de cocina).
– Verticalidad.
– Psicomotricidad fina.
– Contar. -
4th julio 2020 a las 10:45 pm #22157celia_castilloMiembro
1. Materiales: mobiliario adaptado a su estatura, material que fomenta su movilidad (gatear, arrastrarse, ponerse de pie, reptar), pelotas que igualmente favorecen el movimiento (lanzarla, ir detrás de ella ya sea gateando o corriendo), fotografías de paisajes reales, materiales que permiten la experimentación sensorial (que hacen sonidos, que tienen texturas diferentes), el uso de elementos de la naturaleza como forma de experimentación sensorial (jugar con arena o caminar por la hierba). Materiales adaptados que fomentan la implicación del bebé en la vida práctica.
Me ha sorprendido de nuevo la relación de los materiales con el movimiento libre.2. https://www.youtube.com/watch?v=hP36c6a91bk
Un vídeo donde propone una actividad para trabajar los sentidos del tacto y la vista, a través de telas. Para niños de 10-12 meses, dejar que experimenten con las telas; para los más mayores propone emparejar por colores.3. En casa intentamos seguir bastante las inquietudes del niño y ofrecerle los materiales a medida que va mostrando interés. Siempre hemos sido muy proclives a buscar materiales abiertos y versátiles (que no fueran de acción-reacción como tocar un botón y que se desencadenara una acción). Como juguete estrella (porque a mi hijo le encanta) actualmente y desde hace unos meses tenemos la cocinita, que me parece que cumple con todos los aspectos de la lista, excepto el último. Pero mi hijo lo compensa, sacando las ollas y paellas a la terraza y jugando a cocinar con agua y hojas o ramitas secas.
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28th junio 2020 a las 1:00 am #21760celia_castilloMiembro
Hola!
1. Creo que para nada el ambiente preparado es exclusivo para casas grandes, aunque cuantos menos metros cuadrados sí que debe de ser más grande la imaginación para sacar provecho a todos los espacios.
2. Habitación Montessori: https://www.youtube.com/watch?v=IbPCU9iKH6g
3. Sobre los riesgos de no tener un ambiente preparado: yo creo que no es exagerado y sí que existen. Estoy de acuerdo con Raquel que el ambiente preparado aporta seguridad y elimina potenciales peligros para el bebé, al estar pensado especialmente para éste. Por ejemplo: el hecho de tener una cama a nivel del suelo hace que el bebé no se pueda caer de la cama, o evita que se pueda hacer daño con las barras de la cuna.
4. Buff! Sobre la checklist, tengo mucho en lo que trabajar! A raíz del movimiento libre, cuando Guim era más pequeño puse unas cajas de cartón fuerte tanto en el dormitorio (hacemos colecho) como en el sofá, para que pudiera subir por sí mismo. En el baño también tenemos un taburete ikea para acceder a la pica. Nos faltaría tener más a mano algunos utensilios de uso diario (jabones, cepillo y pasta de dientes). Tanto en el salón como en su habitación tiene una mesa a su altura y cojines para sentarse en el suelo y un taburete a su medida.
La entrada, la cocina y el exterior (terraza) es lo que menos está adaptado para él. Su cocinita la tiene en su habitación, como otro elemento de juego más (los elementos de juego están entre su habitación y el salón).Y en lo que tengo mucho que hacer es en la consigna de «simple, bello y despejado». Yo no soy muy ordenada, y al final del día los espacios no están para nada despejados. En eso tendré que ponerme a fondo!
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26th junio 2020 a las 1:08 am #21682celia_castilloMiembro
Hola!
Qué tema tan bonito!
El porteo para mí es una manera muy práctica de ayudar en el proceso de exterogestación. El bebé tiene continuo contacto a través del tacto, la mirada, con su figura de apegos, que puede aportar calma tanto al bebé como a la madre.
Hace un par de días una amiga que acaba de ser madre me enseñaba a su bebé porteado y me decía que al momento de haberlo puesto en el fular, el bebé había dejado de llorar.
Los bebés necesitan el contacto con sus figuras de apego, y el porteo ayuda a conseguirlo.
Respecto al porteo y el movimiento libre: cuando llegué al mundo del movimiento libre, que Guim tenia cuatro meses, también escuché que ambos eran incompatibles, cosa que me defraudó bastante. Hasta ese momento yo había sido muy fiel al porteo, me parecía maravilloso portear a mi bebé con el fular, me sentía muy a gusto porteando.
Creo que ambos pueden ser complementarios y que puede haber momentos de todo, momentos de movimiento libre en el suelo y momentos de porteo, y que con ambas cosas el bebé se nutre de cosas diferentes.
Respecto al masaje infantil, creo que en mi caso fue una herramienta muy poderosa para aumentar el apego con mi bebé. Recuerdo acudir a las clases de postparto donde nuestra comadrona nos enseñó la técnica con ganas, pues era un espacio para conectar con mi bebé, para irle conociendo poco a poco, para dejar de ser unos desconocidos el uno del otro. Es una manera muy especial, además, de demostrarle cercanía, cuidados y amor. -
20th junio 2020 a las 1:58 am #21355celia_castilloMiembro
Hola!
Respecto a las imágenes:
Las dos imágenes muestran dos maneras diferentes de desplazar a un bebé. Las diferencias tienen que ver con la posición del bebé, y como consecuencia, su perspectiva, sus percepciones (lo que ve, lo que escucha y lo que siente), la relación de su cuerpo con el medio…
En la primera, el bebé ve la cara de la persona que lo lleva en el carrito, y puede ver los laterales del carrito si gira la cabeza hacia un lado. En la segunda, el bebé ve a la espalda de la figura que lo portea, y compartir con ésta parte del entorno que le rodea.
El primer bebé está en contacto con el cuerpo de su figura principal, puede sentir la vibración de la voz de esta figura, siente el movimiento a través del cuerpo del otro. El segundo, tiene contacto con la manta que lo cubre, tendrá percepción de frío, calor o confortabilidad dependiendo de la relación entre su cuerpo y la manta. Siente el movimiento a través del movimiento del cochecito.
En la primera, diría que el bebé aprende interdependencia, madre y bebé siguen siendo uno. En la segunda, aprende autosuficiencia, no está integrado a su figura principal.
¿Son compatibles la una con la otra? Sí, son compatibles, y creo que no hay problema en poderlas combinar. Pero aún así, considero que la primera es, en su mayoría, la preferida por los bebés, y que la segunda es la manera en que los adultos hemos «solucionado» el movernos con nuestros hijos para poder continuar con nuestras obligaciones. Creo que lo «natural» es el porteo, el tener contacto piel con piel con tu bebé el mayor tiempo posible.Los dos artículos me han hecho reflexionar sobre lo importante que son estos primeros años de vida, y cómo es de determinante el entorno para el desarrollo de sus potencialidades. Me llama la atención también la diferencia entre los períodos de lactancia de los gorilas y chimpancés de los humanos. Actualmente parece que si haces lactancia prolongada (más allá de los dos años), seas un bicho raro, cuando nuestros antepasados ya lo hacían!
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17th junio 2020 a las 1:10 am #21282celia_castilloMiembro
Hola!
¡Qué bonito vídeo y qué bonito poder recordar todo el proceso del desarrollo del movimiento que vivimos con mi hijo!
Es genial la cara de satisfacción del bebé cuando por fin logra aquello en lo que había dedicado tanto tiempo y empeño. Yo recuerdo muy bien cuando Guim consiguió hacer su primera croqueta (voltearse hacia un lado). La primera vez fue de manera accidental y después de aquella puso todo su empeño, no quería hacer otra cosa que voltear y voltear, incluso en la cama cuando intentábamos dormir.
En nuestro caso, yo descubrí el movimiento libre cuando Guim tenía 4 meses. Hasta ese entonces, no hacía gran cosa, aunque la pediatra nos había recomendado que lo estiráramos boca abajo para que ganara fuerza en el cuello (por qué habrá pediatras tan desactualizados? tiempo después cambiamos de pediatra), y así lo hicimos. Hasta descubrir el movimiento libre. Íbamos a un grupo de movimiento y juego libre con otros bebés y a mí me fascinaba ver cómo se movían esos bebés (cada uno en su etapa), con qué precisión y dominio de su cuerpo hacían un movimiento u otro.
Sobre las tablas de desarrollo tengo un sentimiento contradictorio. Guim no llegó a sentarse hasta 10 días antes de cumplir los 10 meses. Le derivaron al CDIAP porque consideraron que podía tener un retraso motor. Y la verdad es que me preocupé y asusté bastante, hasta que nos dieron el alta del CDIAP con la conclusión que no había ningún problema. Aún así, entiendo que las tablas son necesarias como guía médica para discernir la «normalidad» de la dificultad o trastorno.
Después de aquello, el gateo vino rápidamente, así como el ponerse de pie. Para que caminara por sí mismo (nos tuvimos que poner serios con la familia para que no le cogieran de las manos y le ayudaran a caminar) tuvimos que esperar hasta los 16 meses.Lo que he observado en mi hijo estos días es que desde hace unos meses está entusiasmado por saltar y busca cualquier ocasión para poder hacerlo. Desde hace unos 4-5 meses empezó a ir con la bicicleta sin pedales y ahora ya domina a la perfección la dirección, la marcha atrás para entrar la bicicleta en el ascensor, coge velocidad con ella, hasta sube y baja los bordillos subido en ella. También tiene autonomía para subirse en un taburete, silla o pequeña escalera para buscar algo que le motiva o necesita.
A parte del desarrollo del movimiento, también me pregunto en cómo no coartar su necesidad de movimiento más de lo necesario. Está demasiado arraigado en nuestra sociedad que un niño o niña que se porta bien en la mesa es aquél que aguanta sentado toda una comida entre adultos. Y en casa damos bastante libertad a poder levantarse de la mesa e incluso poderse mover cuando lo necesita, pero cuando hay compromisos familiares surgen las dudas. Supongo que la presión social me puede, y aunque en el fondo estoy convencida de que no pasa nada porque no aguante sentado en la silla toda la comida, me dejo llevar por el qué pensarán o el qué dirán los demás… 🙁
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13th junio 2020 a las 1:07 am #21148celia_castilloMiembro
Hola!!
Aquí otra persona fascinada por el tema del lenguaje. Mi hijo ahora está en la fase delocutoria (30 meses).
Desde el principio del embarazo que le hablaba y cantaba, y una vez que estuvo al otro lado de la piel, le solía explicar lo que veíamos cuando salíamos a pasear, o a donde íbamos o lo que íbamos a hacer.
También hice el curso de Otonana de lenguaje de signos para bebés, y sí que le vi una utilidad para evitar pequeñas frustraciones por el hecho de no poderle entender al principio. Una vez que empezó a hablar, los signos ya pasaron a un segundo plano.
El tema del lenguaje me parecía tan fascinante que a los 17 meses empecé a hacer un registro de todas las palabras que utilizaba, al principio eran 9, y era muy bonito ver como iba ampliando el vocabulario, cuando deje de apuntar palabras porque ya eran muchas (22 meses) ya decía más de 50.
Ahora con 30 meses me sigue llamando la atención que las palabras nuevas para él, las repite siempre una vez, como si con ello quisiera memorizarlas. También le pasa con el abuelo: en casa hablamos catalán, pero mi padre es venezolano y le habla en castellano. Pues siempre que habla con el abuelo, repite las palabras como si quisiera guardarlas en la memoria (aún habiendo pasado el periodo sensible). -
2nd junio 2020 a las 2:06 am #20946celia_castilloMiembro
Me ha resultado super interesante e útil el diagrama Cuando tu hijo se porta «mal», ya que es tener en cuenta al niño teniendo en cuenta sus características incorporando la visión del desarrollo infantil.
Voy tarde, y no he podido ver la película, pero espero poder verla pronto.
Sobre como podemos compensar en casa las carencias del sistema educativo creo que es vital poder tener en cuenta estas fases, seguir el ritmo del niño, estar atentos a su curiosidad e interés y ofrecer oportunidades para poner en práctica cada uno de los objetivos.
Me surgen dudas sobre cómo poder llevar a cabo esta puesta en práctica. Por ejemplo, en el caso de mi hijo (29 meses), tengo claro que es importante potenciar y reforzar su autonomía, pero en ocasiones me pide que le ayude (aunque sé que puede hacerlo solo, o por lo menos intentarlo sin mi ayuda) o que le haga alguna cosa. Inicialmente siempre le animo a intentarlo solo, a veces resaltando que él lo sabe hacer. ¿Hasta dónde actuar para darle seguridad o hasta dónde dejarle hacer solo para reforzar su autonomía? -
26th mayo 2020 a las 12:23 am #20760celia_castilloMiembro
Hola!
Me ha gustado mucho el testimonio de McKenna. Yo soy de las que quería colechar pero me daba pánico la muerte súbita, así que compramos una cuna colecho y la adosamos a mi lado de la cama. A los dos días (como quien dice) ya me di cuenta que la cuna colecho no estaba hecha para mí, y puse a mi bebé en nuestra cama, aunque eso sí, no me libré del miedo a la muerte súbita hasta meses después.
29 meses después aún hacemos lactancia y mi marido se sorprende a veces porque mi hijo hace un pequeño ruido, y yo, dormida, me doy la vuelta y le doy de mamar. Cuando me pregunta, nunca sé por qué he hecho tal cosa, pero después de ver el vídeo sé el por qué. De hecho, desde que soy madre que me fascina todo el tema de la lactancia, porque se debe a tal sintonía madre-bebé, que parece magia, aunque sea pura biología.El video de Nils Bergman me recuerda la necesidad del porteo como fórmula para mantener al bebé lo más cerca posible de su madre para proveer el hábitat de su bebé.
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23rd mayo 2020 a las 10:29 pm #20705celia_castilloMiembro
Hola!
¡Cuánta información! :):)
Me ha encantado escuchar a Ibone Olza. Realmente, si todo el proceso de los primeros momentos juntos (madre-bebé) va bien, parece que se pueda producir magia. Pero claro que hay que tener en cuenta que hay cosas que escapan de nuestro control, y que puede ocurrir que no sea posible tener esta tranquilidad en los primeros momentos del parto y puerperio.
Tanto el relato de Ibon Olza como el documento sobre la exterogestación son muestra que la naturaleza se abre paso en cada parto, y que si podemos confiar y no intervenir, la relación madre-bebé se va a nutrir de los máximos beneficios.Sobre los períodos sensibles, me encantaría saber más!! Aunque sea «a toro pasado», me gustaría saber sobre cada período sensible, pues lo encuentro muy interesante!
Y me ha sorprendido el video del padre cantando el Oom a su bebé. Este video lo vimos nosotros por casualidad cuando Guim era bebé y buscábamos maneras de relajarlo cuando lloraba tanto sin saber por qué. Y lo pusimos en práctica! Qué horror conocer ahora todas las implicaciones tan negativas que tiene el efecto de ese sonido en el bebé!
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20th mayo 2020 a las 12:21 am #20609celia_castilloMiembro
Hola!
Yo antes de la pregunta de Bei no me había planteado nunca que el enfoque Montessori pudiese empezar antes del embarazo. Pero creo que sí que se puede, y que es positivo tenerlo en cuenta desde un principio ya que es una manera de tener en cuenta al bebé, sus necesidades reales: la necesidad de tranquilidad, de contacto produndo, de poder fluir siguiendo nuestra intuición.
El video de la elefanta me ha parecido precioso! Y la primera palabra que se me venía a la mente era «tribu»: toda esa compañía, ese apoyo por parte de los iguales, que procuran la protección de la madre y del recién nacido, y que aún siendo algo colectivo parece que preserven la intimidad de los dos.
Creo que el poder contar con un apoyo verdadero, libre de juicios, en la crianza es actualmente algo revolucionario, pero que por suerte, cada vez más somos más conscientes de esa necesidad ya que es algo que va muy acorde con la necesidad de autocuidado para poder cuidar.
Respecto a la entrevista, desconocía a este nivel de detalle los beneficios del movimiento libre en los bebés. Yo descubrí el movimiento libre cuando mi hijo tenía 4 meses. Anteriormente, habíamos hecho lo que la pediatra nos dijo que debíamos hacer: ponerlo en el suelo boca a bajo para que ganara fuerza en los músculos del cuello. Es algo de lo que, posteriormente, me arrepentí mucho. Una vez descubierto el movimiento libre, fui una defensora férrea, lo que me hizo tener algún que otro roce con mis padres y mis suegros (hasta con mi hermana), que se desvivían por cogerle de las manos cuando empezó a caminar (por poner un ejemplo).
Comparto con Helen la idea de que parece que vamos en contra de la naturaleza en muchos aspectos de la crianza, cuando todo podría ser más respetuoso, más orgánico. -
25th mayo 2020 a las 11:06 pm #20755celia_castilloMiembro
Gracias por tu comentario, Bei.
Sí, lo tenía en brazos mientras mi marido le cantaba el ommm.
Bueno, ahora tampoco puedo hacer mucho para cambiar aquello. Pero me alegro de estar en este curso para seguir mejorando de cara a lo que tenga que venir 🙂
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