[silfete]

Hola a todas,

Disculpad pero hasta ahora no había recibido los correo últimos, y no había visto estos avisos tampoco, sorry. Tanto kike como yo podemos ayudar con los tiempos, anotar soluciones, apoyar a la facilitadora, sin problema.

Un abrazo,
Silvia.

[silfete]

Buenos días,

He visto varias veces el video de la dinámica (Silvia), pues me dice mucho tanto desde el lugar de receptora (poniéndome en el lugar de las peques), como desde el de emisora, pues desde el primero veo claramente los efectos que tiene cuando actúo desde el segundo. Es decir, cuando utilizo ese tipo de frases con mis hijas, igual más con la mayor de 8 años, desde la impotencia por mi parte, desde el rescate pero con reproche, dejándole ahí toda mi frustración, y favoreciendo o acrecentando en ella mucho más su autoconcepto de incapacidad, de no saber hacerlo bien (organizarse el tiempo, sus cosas, concentrarse en sus rutinas/tareas, principalmente concentrarse en algo que no sea leer).

Lo hemos dialogado Kike y yo muchas veces, y ahora de nuevo con esta lección, y somos conscientes de los errores en qué caemos frecuentemente, pero nos resulta super difícil, cuando se nos hace bola, porque estamos más cansados desconectados o ya son varios días que salimos tarde, o que no cumple sus acuerdos, no acudir al rescate desde la afrenta, así que pasamos de
1. validar, acompañarla, para en pequeños pasos, ir adquiriendo esos hábitos más autónomos,
2. o bien dejarla y que explore sus consecuencias, pero como nos parece que no le afectan, y no
le genera aprendizaje o motivación,
3. nos vamos al lado opuesto, a marcarla mucho, sermonear, «criticarla por todo» como dice alguna vez 🙁 y no somos capaces de encontrar el equilibrio, de estar presentes, y empoderar, aceptándola, entendiéndola…

Hemos hablado justo anoche de quedarnos conscientemente en la opción 1, y acompañarla con pequeños pasos, compartiendo esas rutinas desde el diálogo con ella (reunión familiar), preguntarle qué necesita, y acordar el rol nuestro y suyo, las tareas que podemos apoyar… Así como decidir por nuestra parte (m/padres) qué podemos sostener y qué no. Pongo un ejemplo de lo que No: que vaya todos los días sin peinar al cole, sí puedo sostener algún día suelto, pero en mi caso, que sea algo habitual no, pues me vería juzgada a mi misma con ello, a la vez que temería también los juicios hacia ella…

Y esa va a ser nuestro nuevo propósito para las próximas semanas en casa, a ver si fluimos!!

Un abrazo,
Silvia.

[silfete]

Silvia, kike, oli 8a, nora 4a

Hola de nuevo,

Coincido totalmente con lo que comparte Cristina, nos cuesta mucho sostener la ira en Casa, y queremos consciente o inconscientemente que pase rápido, es como validar, «ok, sí, te has enfadado mucho, ya..» Pero en seguida, «qué vas a hacer, no queremos respuestas violentas, o no podemos permitir ninguna reacción agresiva contra nadie, contra el entorno….» y siento que hay una parte que realmente las está cuestionando y no permitiendo, sobre todo cuando es contra otra peque o entre ellas, y mucho más si es de mayor a peque, pues me conecto con el pasado y quiero defender/proteger a la víctima, queriéndome protegerme a mi con ello.. (eso ya más en mi caso, aunque a kike le pasa igual con estas emociones fuertes, desde otro lugar).

La cuestión es que tememos estar juzgando demás esas reacciones, magnificándolas, o bien no dándoles tiempo para ver el porqué antes de acompañar o invitar a gestionar…

Y en esas estamos, escuchándonos para escucharles y permitir, sin dejar de proteger.. Cuesta..

Un saludo,
Silvia.

[silfete]

(Silvia, Kike + Olivia 8a y Nora 4a)

Buenas!

Seguimos poniéndonos al día por el foro, y compartiendo reflexiones.

2) Respecto a la metas erradas, desde que las conocemos, hemos tenido diferentes experiencias.
Con Nora (4 años) solemos dudar entre si es comportamiento más de la edad, o hay algo más detrás, y en general, ayudarla con pequeños pasos, validar, sostener y redireccionar con opciones limitadas nos funciona guay.
Con Olivia (8a) muchas veces, nos lleva un tiempo descubrirlas de repente en conductas o conflictos recurrentes (malas contestaciones, pasividad, ira/chulería, bloqueo, sentirse menos que que su hermana pequeña, autodenominarse «desastre», comer con las manos, no cumplir acuerdos/rutinas) que nos estaban desgastando mucho, y al parar, poner atención y caer en ellas, hemos podido responder y hacer cambios, muchas veces también en nosotros, y sentir mucha mejoría, hasta que sin darnos cuenta volvemos a la misma situación (cuando estamos más desconectados) y tenemos que volver a empezar a revisar(nos).

En general, algunas de las herramientas que más nos han ayudado para transformar estas situaciones son:
– Ver cómo estamos kike y yo, a nivel de estrés, presión y agobios varios, y cómo están desconectándonos, y estamos «pagándolo» con ellas.. entrando en luchas de poder..
– Autocuidado: deporte, tiempos en pareja con presencia, diálogos, escucharnos
– Decidir qué vamos a hacer nosotr@s, a veces estamos saturados, y no vemos cómo motivarlas (ejemplo rutinas mañanas o noches) y decidimos hacer algún cambio nuestro de gestión, anticiparnos, o esperarles en la mesa cenando sin reproches…) y esos cambios en ellas se dan después, o la situación fluye más.
– Cuadro de rutinas,
– Reuniones familiares, lluvia de soluciones,
– Reuniones de pareja
– Preparar el ambiente
– Planificación Familiar, bajar el ritmo
– Tiempos en familia (escondite, guerra de cosquillas/almohadones)
– Tiempos en exclusividad
– Pausa
– Pequeños pasos

Lo que también vemos es que a veces una «mala conducta» o situación de conflicto, a veces tiene detrás distintas metas, depende del momento, o de cómo nos situemos kike y yo. No sé si es posible, o es impresión nuestra. Pero si abusamos en las contestaciones, claramente generamos LUCHAS DE PODER si presionamos mucho con los recordatorios de acuerdos o rutinas, a veces hay VENGANZA, rabia, con malas contestaciones que me dan mucha pena luego, porque veo claramente a un animal herido que se defiende como puede, aunque sea con chulería, y en el momento nos vuelva loc@s, 🙁 y luego en esas mismas situaciones también a veces vemos Impotencia (INSUFICIENCIA) en plan si es que no sé hacerlo, soy un desastre (tema orden en sus cosas, o concentrarse en sus rutinas, sobre todo).

[silfete]

Cierto Cristina, cada vez soy más consciente de que las necesito, de que me hacen bien, y cambian significativamente mi estar presente y mi conexión. Las hago en muchos otros momentos, y cuando no, me pasa factura 🙂

[silfete]

Hola,

Aunque con mucho retraso en el foro, por compartir un poquito algunas reflexiones y aprendizajes…

1) En nuestro caso, explicarles el funcionamiento del cerebro en la palma de la mano nos ha resultado y nos resulta muy útil, tanto a kike y a mi, como a las niñas, incluso ahora tb a la pequeña de 4 años. Hace un par de años que incorporamos en casa el gesto de los 4 dedos como lo llamamos, para avisarnos del destape e intentar adelantarnos, o dialogar después de los conflictos cuando ya tenemos el cerebro más integrado, y tratar de explicarnos qué ha ocurrido, cómo no hemos contagiado, o porqué no hemos sido capaces de dialogar en el momento o buscar una solución. También nos resultó muy ayudador para explicar a nuestra hija mayor las diferencias con su hermana, a nivel de gestión/explosión emocional, asunción de responsabilidades, comprensión, etc, etc..

2) La herramienta de Tiempo fuera positivo, en nuestra casa PAUSA, también la utilizamos hace tiempo, pero en este caso con más subidas y bajadas… Olivia y Nora tienen integrado que si necesitamos frenar un conflicto por protección van a sus habitaciones (cada una la suya, aunque luego duermen juntas) son su refugio, su espacio seguro donde pueden hacer lo que les apetezca, que les haga sentir mejor, además y cuando se van allí ya en modo volcán, acudimos en seguida o en cuanto podemos, si hemos necesitado tb PAUSA, para hacer de sostén emocional, conectar, validar, buscar soluciones, y lo hacemos con las dos, no solo con la peque, pues OLI (8 años) valora mucho esos diálogos post-conflicto, que siempre empiezan por abrazo y respiraciones conjuntas…
Hasta aquí sería mas o menos lo positivo, pero hay algunos errores en los que solemos caer, el principal sería pedirles en medio del conflicto que se vayan a la habitación a calmarse, que nosotros mismos cuando nos lo oímos parece que les estemos castigando a la habitación. Y es cierto que hay que frenar la situación que se está «desbocando» entre ellas o con nosotros, y que no sólo se van ellas, nosotros también hacemos pausa (aunque no sea siempre en nuestra habitación), también, que cuando iniciamos con la caja de la calma que tenemos en el salón (y no utilizamos mucho en esos ratos), con objetos para utilizar en cualquier espacio, no nos funcionaba, porque realmente no había pausa si no nos separábamos (entre ellas o de nosotros) buscando un lugar tranquilo. Por eso intentamos que sea mas un ejercicio de parar y de salir del espacio (o hacer silencio, si no se puede salir), hacia un lugar seguro… pero, lo dicho, tenemos nuestras dudas con las formas, cuando no se van ellas mismas por iniciativa. Otro error bastante recurrente en mi caso (silvia), es que en seguida me voy al sermón, y si no estoy del todo conectada, aprovecho el rato de sostener y validar, para después argumentarles toda la situación. Está bien que la mayor ya me lo dice (zasca!)»eso ya me lo has dicho con otras palabras» ;), a veces tranquila, a veces harta, así que ahí voy haciendo ese trabajo de escucha activa (me queda muuucho) y de más preguntas y menos respuestas.

3) Por nuestra parte las pausas, ya sean por situaciones entre los dos, o con ellas, no siempre tienen el mismo escenario como decíamos, pero cada uno busca su modo de volver a conectarse, mi lista sería: respirar, beber de mi infusión, regar las plantas, moverme, estirarme, practicar yoga (o alguna asana si es un momento), ponerme a hacer cosas de las casa pendientes, escuchar música o algún podcast, salir a la terraza y mirar el paisaje, el horizonte..

Un saludo a todas.

[silfete]

(Silvia + Kike, Oli 8 años + Nora 4 años)

1/ Retos actuales:
* Las mañanas: cumplir horarios y rutinas.
* Conseguir su atención, escucha activa.
* Ritmo muy alto, meterles prisa por todo.
* Gritos y malas contestaciones (en todas las direcciones, entre ellas, hacia nosotr@s…) en algunos momentos de desconexión.
* Conflictos entre hermanas.

2/ Somos firmes o amables?
Aunque de manera distinta, l@s 2 tendemos cuando nos desconectamos a pasarnos de firmes, y nos pasamos a respuestas más propias de la crianza tradicional que es lo que hemos vivido en nuestras infancias, y es lo que nos sale de forma automática. En el caso de Silvia, la autoexigencia y la culpa se suman a la ecuación.

3/
Amables – positivo: se sienten comprendidas y perteneciendo a un grupo.
Amables – negativo: no autonomía, no contribuyen, no se responsabilizan de forma compartida.
Firmes – positivo: ganan seguridad, tienen horizontes y objetivos comunes, se sienten protegidas.
Firmes – negativo: no se sienten tenidas en cuenta ni reconocidas.

4/ Herramientas.
* Reuniones familiares, en parte han funcionado. Nora no ha podido participar mucho por su edad, pero las conoce y las está integrando, y comienza a aportar y participar cada vez más (a su nivel). Nuestra mayor dificultad ha sido que las hemos usado a veces para controlar.
* Juegos en casa, tiempo en familia, nos funciona bien (cuando lo hacemos).
* Tiempos en exclusividad con cada una, nos ha funcionado bien.
* Cuadro de rutinas con Olivia, nos funcionó bien durante un curso en el que integró las rutinas de la mañana.
* Tiempo fuera positivo (pausa), nos funciona bastante bien.
* Gesto 4 dedos con la mano (cerebro desconectado), nos ha servido para entender cómo funciona el cerebro y saber en qué estado estamos o están en ciertos momentos.
* Palabras o gestos mágicos, acordados previamente.
* Reuniones de pareja / planificación familiar.

[silfete]

Hola! Llegamos un poquito tarde a la presentación… disculpad!
Somos Silvia y Kike, mamá/papá de Olivia (8 años), Nora (4 años) y Leo (gemela de Nora, que nos acompaña desde otro lugar).
Llevamos tiempo con asesorías, lecturas y cursos de DP, pero como a muchas de vosotras nos cuesta pasar de la teoría a la práctica. Sabemos que el estrés, la falta de autocuidado y los altos ritmos del día a día son nuestros principales enemigos para poner la DP en práctica, y este nuevo curso escolar en casa nos hemos planteado poner el foco en lo prioritario, que es nuestra familia, nuestras niñas y fomentar la conexión con ellas (y entre nosotr@s). Queremos «apropiarnos» del mantra del «menos es más», bajar de verdad el ritmo, liberar tiempo y priorizar aquello que realmente contribuya a nuestro propósito como familia, como esta formación.
Así que iniciamos el curso con mucha ilusión y agradecimiento por la oportunidad que se nos brinda (y todo lo que ya hemos recibido de Bei y Miguel Ángel). Sabemos que va a requerir pico y pala y que los frutos no los recogeremos enseguida, (ajustando expectativas 😉 ) tenemos claro que es una apuesta de por vida, con mucho trabajo personal y de pareja, y que 100% el curso nos va a ayudar a acercarnos a nuestro objetivo!!

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