@teresa_yo
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El tema de las pantallas me ha hecho reflexionar, aunque sé que podría profundizar más en la reflexión pero quizás me dé miedo descubrir lo que hay más abajo.
Podría ponerme a hablar de la adicción de mi pareja a las pantallas, pero es que es su hobby, así que voy a intentar tomar distancia y no juzgar.
Creo que es mucho más interesante centrarme en mí misma y no echar balones fuera, que es lo que suelo hacer.
Las preguntas que plantea Bei para la reflexión de por qué no dedicamos más tiempo a lo más importante de nuestras vidas me han hecho pensar.
Yo utilizo mucho el ordenador para el trabajo y para los muchos cursos de formación profesional y de búsqueda personal de mí misma que hago. Las redes sociales no las uso todos los días, tan sólo miro un par de veces a la semana instagram en busca de consejos que pueda aplicarme para educar mejor o para sentirme yo mejor y salir del pozo en el que me encuentro. Los mails y el whatsapp sí lo miro todos los días porque por desgracia la tecnología es lo que nos ha traído: estar 24 horas enganchada por temas de trabajo. En la escuela hemos tratado de acordar que no se envíen mails o informaciones de trabajo por whatsapp a horas fuera del horario laboral, pero no se cumple, así que me paso el día contestando whatsapps de compañeros de trabajo, compañeros con los que preparo materiales, ponencias, etc. Creo que debería establecer yo mi propio horario para no responder, pero me cuesta porque soy complaciente y no quiero defraudar a nadie.
La reflexión con las preguntas de Bei me ha llevado a mirar un poco por debajo de mi necesidad constante de formación personal y profesional. Siempre he sido así, desde pequeña, ratita de biblioteca. En mis tiempos de universidad no he tenido apenas vida social y en mi época de trabajo fuera de mi ciudad tampoco. Cuando no estaba en la biblioteca para estudiar para exámenes de la universidad, estaba estudiando para mejorar y aprobar las oposiciones, y ahora que ya tengo mi plaza fija desde hace años, sigo encerrada en mi despacho estudiando para mejorar en mi trabajo y mejorar en mi vida personal. Cuándo me he hecho la pregunta de ¿qué hay oculto? he empezado a arañar un poco la superficie…Lo hago por miedo a no estar a la altura, por miedo al error, al fracaso, por evadirme para no afrontar la realidad y pasar a la acción, por miedo a no saber hacerlo, a no hacerlo bien. Me escondo tras el ordenador, tras las libretas con mis apuntes. No me atrevo a vivir y esto me va a pasar factura, algún día me daré cuenta de todo lo que he dejado de vivir por estar en mi despacho escondida.
He pensado cómo podría empezar a «obligarme» a vivir un poco:
– Ponerme el temporizador pero no para distribuir mis tareas como suelo hacer, sino para establecer mi tiempo fuera de mi escondite, intentar conectar con mis hijos. Quizás empezar estableciendo tiempos cortos (30 minutos, por ejemplo) para ir aumentándolo.
– Establecer cada día sólo las tareas inaludibles, las que de verdad tengo que hacer ese día cara al ordenador, y no coger más.
– Reducir el número de cursos a los que me apunto. Intentar que sólo sea uno o dos como máximo a la vez. Me resulta difícil porque si veo la información del curso siento la necesidad de hacerlo, pero no sirve de nada hacerlos y no ponerlos en práctica. Así que reducirlos y dedicarme a poner en práctica, a repasar los que he hecho para aplicarlos efectivamente.
– Establecer una hora de fin de pantallas y trabajo tanto para los niños como para mí misma. Lo hablaré con mi pareja…pero probablemente no vamos a ponernos de acuerdo en este tema.Gracias Bei por estos temas tan interesantes y que realmente afectan mucho a las relaciones familiares y de pareja! Gracias por hacerme reflexionar! Ahora la pelota está en mi tejado y depende de mí lo que haga a partir de ahora con la información que tengo.
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Hola, estoy con uno de los temas más espinosos de mi relación de pareja: las tareas del hogar. He analizado mi entorno en la infancia, y como ya sabía, mi padre hace y hacía muchas tareas del hogar. En cambio, mi pareja hace las mínimas y siempre es un tema de discusión. Ahora mismo está sentado mirando el móvil mientras debería estar haciendo los deberes con la niña o haciendo la cena.
En fin, en lugar de quejarme, voy a ir al grano. He estado pensando qué hay debajo de que nuestros acuerdos fracasen y sinceramente no soy capaz de encontrarlo. A él no le importa que la casa esté patas arriba o esté sucio porque los dos trabajamos y los niños son pequeños (esas son sus palabras cuando digo algo sobre el desastre del hogar). Él no quiere hacerlas porque no quiere utilizar su tiempo libre para eso. Contratamos a una persona una vez por semana para limpiar, con la pandemia dejamos de tenerla y ya no hemos vuelto a tener a nadie. Aún teniéndola, había más limpieza pero el resto de días también hay que recoger un poco, limpiar un poco y teníamos también alguna discusión.
Resumiendo, que no sé cómo hacer para que nuestros acuerdos se cumplan sin tener que ir yo recordándoselo y dándole la lata para que lo haga, pues nunca es buen momento para él.
Qué quejica estoy!!!! Disculpad -
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Nunca había pensado en cómo me gusta que me den aliento. Sí me he visto reflejada según mi plantilla de vida «complacer», es decir, me gusta que me alienten con palabras de ánimo, de aliento, hacerme sentir que pertenezco, que soy importante. Eso es lo que suelo buscar continuamente, y a veces me hace sentir vacía necesitar tanto aliento para tirar hacia adelante.
Otra forma en la que me siento alentada además de con las palabras es con un fuerte abrazo que salga del corazón. Me reconforta muhísimo.La historia de la tribu africana del tema 25 me ha encantado. Que bonito tener una canción que te acompañe y con la que te recuerden que eres importante, que perteneces, que los errores significan aprendizaje y volver al punto de partida. No hacen falta palabras…la canción les lleva a su interior y su ser. Precioso!
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Hola, voy bastante retrasada en los temas. Me da un poco de rabia porque creo que estoy trabajando mucho en mí con este curso.
Hoy he trabajado el tema 24, la FELICIDAD, eso que creo que es una invención humana y que realmente no existe.
Lo que más me ha impactado y me va a ayudar de ahora en adelante, es la forma de darle la vuelta a los pensamientos negativos. Es algo que la psicóloga me dice mucho pero que no acababa de ver cómo lo podía hacer…y hoy leyendo el tema…LAS 6 SUGERENCIAS O ESCOTILLAS…Sin duda, ver los ejemplos que nos ha dado Bei en este tema me han abierto la mente y me han hecho entender cómo podría empezar a hacerlo. Sé que requerirá mucha práctica, pero cuando sea consciente de un pensamiento negativo, iré a mis apuntes de esta lección para intentar darle la vuelta.
Gracias Bei -
En el tema 23, la Compasión, no he sido capaz de hacer la visualización. Hice el iceberg, pero creo que hay tantas cosas que me molestan en estos momentos de mi pareja, que no he sido capaz de tener compasión con él. Me cuesta en estos momentos ver sus cualidades. Quizás estoy en los 4 jinetes y no puedo salir de ahí…o no quiero, no lo sé. Tampoco tenemos esas 5 horas mágicas de las que habla John Gottman, pero siendo sincera, no me apetece tenerlas. Quizás solo estoy pasando una mala etapa conmigo misma y no soy capaz de enfocarme en mi pareja. Lo único que sé es que esto destroza bastante.
Cuanta verdad hay detrás de la frase de que lo que nos molesta del otro es aquello que no nos permitimos a nosotros mismos. Somos muy exigentes con nosotros mismos, quizás la sociedad y los mensajes que transmiten nos ha llevado a ser así, quizás deberíamos trabajar mucho en nosotros mismos, antes de intentar mejorar nuestra relación con nuestra pareja.
Creo que cuando Bei en el tema de la compasión habla de los mensajes erróneos que nos llegan a través de canciones, de películas, tiene muchísima razón. Hemos pensado que teníamos que comportarnos así, intentando que el otro fuera feliz, y el problema quizás es que nos hemos ya cansado de hacerlo por el otro y que el otro no lo hiciese por ti, o que simplemente tus expectativas fueran mucho más altas y por eso tu pareja no logra nunca satisfacer esas expectativas irreales.
Temas que tocan muchísimo, como ya nos advirtió Bei.
Intentaré retomar este tema en otro momento para poder llevar a cabo el ejercicio de visualización sin tanto rencor, sin tanta expectativa hacia mi pareja…o quizás es que ya no tenemos los mismos objetivos, los mismos intereses, y eso me va a costar mucho aceptarlo.-
Quizás hoy no estoy demasiado positiva, quizás debería dejar estas lecciones para cuando me encuentre mejor, pero necesito continuar y ponerme al día.
He acabado con el ejercicio de profundización del tema de la compasión. Nuestras creencias limitantes, los mensajes que continuamente hemos recibido desde niñas, la cara que muestran las personas en las redes sociales…todo eso hiere mucho, hace que tengamos unas expectativas imposibles de cumplir y bajarlas me cuesta mucho. Cuando la fantasía que hay en mi cabeza no se cumple, lo primero que siento es frustración, enfado conmigo misma, me salen los juicios «qué ingenua eres», «eres boba», «es que no aprendes», «déjate ya de pensar tonterías y acepta que no hay nada mejor». Cuando está relacionado con mi pareja suelo pensar que no me comprende, que no me apoya, que vamos en direcciones opuestas, que no le importamos, que he fracasado en el tema de tener una familia feliz como la he tenido yo de niña. En cuanto a la decisión que tomo…evadirme, hacerme la fuerte, decirme a mí misma que yo puedo con todo sola, que puedo seguir así y un montón de bobadas más que no me llevan a ninguna parte.
Me resulta difícil pensar que existe la felicidad, que se puede ser feliz, me parece que eso solo pasa en las películas y los cuentos de hadas con las que nos han bombardeado de pequeños. ¿Qué pequeños pasos podría dar para ser feliz? Podría ayudar a los demás, sentir esa pertenencia a la comunidad a través del servicio a los demás, podría agradecer las pequeñas cosas que me suceden y valorarlas justamente, sin darle la vuelta para ver solo lo negativo; estar presente en los momentos en los que disfruto con mis peques sin estar pensando en todo el trabajo que aún tengo por delante; bajar expectativas, analizarlas, concretizarlas en pequeños pasitos objetivos, precisos, reales. La teoría es fácil, ¿verdad? Pero cuando llega la hora de ponerlo en práctica…
En fin, hoy no estoy demasiado positiva ;P
Siguiente tema «la felicidad»…voy a por él, me interesa mucho encontrar una fórmula mágica para ser feliz (aunque sé que no la hay, que como dice Bei…hay que construirla).
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He estado trabajando hoy con los temas 21 y 22.
El cambio de mirada que hemos hecho ya con los niños siempre nos cuesta más hacerlo con la pareja. Supongo que la confianza, el pensar que es adulto y debería leerme la mente después de tantos años, nos condiciona y somos bastante inflexibles con la pareja. El ejercicio de profundización es fundamental para poder hacer ese cambio de mirada. Reconozco que no he sido capaz de encontrar 10 cosas que admire y aprecie en mi pareja. Tan sólo he anotado 6. Pero al anotar los defectos he visto que coincidimos en uno de esos defectos: él pasa mucho tiempo con el móvil y los videojuegos, y yo paso mucho tiempo al ordenador con mi trabajo o los cursos a los que me apunto.En cuanto al tema 22, me ha encantado que Bei hablara un poco sobre la felicidad. Llevo mucho tiempo sin sentirme «feliz» y empecé a plantearme si realmente la felicidad existe. Sigo pensando bastante en eso, intento buscar pequeños momentos felices, pero creo que estoy en una etapa en la que me siento insegura de todo y siento una insatisfacción persistente. Pero me he grabado a fuego la frase de que las circunstancias no tienen nada que ver con la felicidad. Seguiría sintiéndome infeliz aunque consiguiera cambiar todo lo que no me gusta de mi pareja y de mí misma.
La cita de Dreikurs es también para grabársela en la mente.
¿Qué podría hacer yo para que nuestra relación se pareciera más a esto que me gustaría? Pues sobre todo comunicarme, decir qué siento y qué necesito y respetar la contestación que me dé; proponer alguna actividad fuera de casa que también le atraiga a él y agradecerle sus pequeños gestos.Gracias por estas reflexiones que nos haces tener!!!!
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Por fin, entre el tema 17 y el 18 he logrado entender mejor mis plantillas de vida, y que no es únicamente una de las cartas la que define nuestras estrategias en los diferentes ámbitos de nuestra vida.
De hecho, creo que mezclo varias estrategias.
Por ejemplo, con mis amigos soy camaleón total. Sin embargo, en el trabajo soy camaleón pero también un poco águila y león. Me ofrezco voluntaria para complacer, e intento ayudar incluso cuando no me piden ayuda. Pero también saco mi parte Águila al controlar todas las funciones de mi departamento y mis compañeros y mi parte león al querer hacerlo todo lo más perfecto posible.
En mi relación de pareja, sin embargo, no necesito sacar mi parte camaleón. Tan sólo saco mis otras partes: tortuga para evitar los conflictos, hago como que no pasan, no hablo para no complicar las cosas…pero todo tiene un límite y entonces sale mi lado águila, tiendo a controlarlo todo yo, con un afán de superwoman total (mi lado león, el perfeccionista) que acaba por desbordarse. Esa sobrecarga física y mental acaba explotando y sale mi malestar. En cualquier caso entiendo que necesito cuidarme para poder manejar mejor todas esas estrategias sin llegar a mostrar mis debilidades. Afrontar los desafíos de otra manera. Potenciar la comunicación respetuosa, atendiendo y aceptando mis necesidades y las de mi pareja. Aprender a delegar, a no querer controlarlo todo porque entonces anulo una parte de mi pareja.Gracias, Bei por estos temas que te hacen reflexionar tanto
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Comparto con vosotras las fortalezas y desafíos que he encontrado a mis cartas altas. Los desafíos los he relacionado con las debilidades que tengo.
1. CAMALEÓN – COMPLACIENCIA
Fortalezas:
a) Compromiso con lo que hago
b) Presto ayuda a los demás cuando la piden (y a veces también cuando no la piden)
c) Amabilidad y simpatía hacia los demásDesafíos:
a) Combatir el resentimiento que me creo cuando siento que me están utilizando
b) Cuidar el respeto hacia mí misma, considerarme mi primera prioridad
c) Aprender que no necesito la aprobación de los demás, ni el afecto de todos los que me rodean2. LEÓN – PERFECCIONISMO
Fortalezas:
a) Interés por aprender y mejorar
b) Persistencia en lo que llevo a cabo
c) Interés por el bienestar de los demásDesafíos:
a) Aprender a gestionar mi adicción al trabajo, a la formación constante en diferentes ámbitos (profesional, personal, etc)
b) Delegar la sobrecarga mental que llevo en casa, con los niños, el hogar, etc. No querer abarcarlo todo porque no puedo y no es sano
c) Priorizar los proyectos que me interesan y embarcarme en ellos de uno en uno, y no en diez a la vez3. TORTUGA – EVASIÓN
Fortalezas:
a) Me llevo bien con la mayoría de la gente
b) Soy dulce y amable
c) Empatía hacia los demásDesafíos:
a) Aprender a desbloquearme cuando me estreso porque freno mi productividad
b) Regular mi gestión de las emociones, aprender a controlar mi desbordamiento cuando no puedo más
c) Ser paciente y ver los pequeños logros que voy consiguiendo tanto en la crianza, como en mi crecimiento personal. -
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Hola chicas,
estoy con mi plantilla de vida. Cuando hice el curso de disciplina positiva con Bei, pensé que mi carta más alta era el león, pero ahora me doy cuenta de que realmente es el camaleón, aunque dentro de casa asumo el papel de león, porque mi pareja es tortuga, y porque necesito sentir que alguien toma las riendas en casa para que no sea un caos. Esto me pesa muchísimo y pesa en nuestra relación. Además, siento que pierdo la esperanza en que los momentos felices existan y eso me hace muy desdichada.
Fuera de casa soy complaciente hasta el punto de abandonar mi cuidado y a veces a sentirme utilizada por casi cualquier cosa, pero sin poder decir que no a nada.
Es muy complicado y duro darse cuenta de qué estilo de vida estás llevando y darte cuenta de que no te hace ser feliz.
Pero el tema tal como lo ha explicado Bei en este curso, me hace ver que hay esperanza, que he de encontrar las fortalezas que tienen estos estilos de vida e intentar aceptar que no todos pueden quererme y que no puedo ser perfecta.
De pequeña era tan buena, sacaba buenas notas en todo, que todos los de mi alrededor me hacían cumplidos, y ahora veo lo dañino que fue eso, porque empecé a desarrollar un sentimiento de defraudar si no seguía siendo así.
Estoy en un punto en que ni siquiera sé quién soy realmente, pero tengo que seguir trabajando en explorarme y descubrirme de nuevo a mí misma. -
Buenos días,
estaba viendo/leyendo el tema 16 y Bei hace referencia a un vídeo que no consigo encontrar. Os ha pasado también?
Me ha dejado intrigada con este vídeo. Yo me encuentro en una etapa de mi vida en la que no sé quién soy, no sé lo que quiero, pienso que no valgo nada, que no soy buena madre, no soy buena en nada, me siento vacía. Estoy trabajando esto con una psicóloga y en parte veo que todo esto que me digo no es verdad, pero no logro hacer el cambio.
Al leer el tema, me he quedado pensando si debería ver ese vídeo o no, pero creo que todo lo que me pueda aportar luz en esta etapa de mi vida será bueno.
En fin, que me gustaría ver el vídeo y trabajar con los ejercicios de Bei.
Gracias
Teresa -
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Gracias, Iria. Agradezco tanto vuestro apoyo y ayuda!
A mí también me cuesta mucho la práctica del aliento y dejar la alabanza, porque es lo que siempre hemos recibido, hasta el punto en que parece que lo que hacemos para agradar a los demás lo hacemos en espera de ese «lo has hecho perfecto» final del que hablas tú. Son sentimientos encontrados, al menos ahora que sabemos más sobre esto, y que, al menos yo como camaleón fuera de casa, siento que todo lo hago por complacer y que cuando no llega ese «lo has hecho perfecto» o alguna cosa similar, me como la cabeza pensando en que no he hecho lo que esperaban de mí, o que no lo he hecho bien, y empiezo a pensar en ello para ver en qué he fallado. Da mucha rabia.
Quizás debemos aplicarnos a nosotras mismas también ese aliento que tratamos de darles a nuestros hijos, porque nosotras también necesitamos cambiar el chip y estar orgullosas de lo que hacemos, no porque nos lo digan los demás, sino porque nos hemos esforzado, lo hemos hecho lo mejor que hemos sabido, lo hemos dado todo. Y con eso deberíamos sentirnos muy orgullosas, porque la perfección no existe.
Un abrazo
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Hola Iria,
no he comenzado el tema 25, pero me pasa algo parecido a ti. De pequeña tanto mis padres como mis profesores me felicitaban, e incluso las madres de mis amigos a veces me ponían de ejemplo y me decían que bien hacía las cosas. Tan sólo sufrí por parte de mi profesor de clarinete y por el director de la banda de música en la que estaba. Por parte de ellos, sólo recibí etiquetas de lo mal que lo hacía, que tenía que estudiar más…bueno, me machacaban porque era la forma en que creían que podían sacar más de mí…pero eso no funcionaba. De alguna manera, me acostumbré a darlo todo de mí, a complacer, a estudiar muchísimo para seguir recibiendo esas palabras alentadoras y hoy en día sigo haciéndolo pero noto que es algo que también me atormenta porque me estreso para conseguir que lo que haga lo haga bien (perfección…algo imposible de conseguir).
Quizás hay otra forma de alentar que no sea diciendo que lo hacen bien. Yo ahora con mis hijos intento no decir «que bién lo has hecho», sino «cómo te has esforzado, ¿cómo te sientes después de haberlo hecho?» o si la pequeña hace un dibujo le digo «me gusta cómo has utilizado los colores». No sé, quizás se puede alentar, simplemente de otro modo, para que no «sufran» quizás esa búsqueda de perfeccionismo y de reconocimientos que parece que necesitamos.
Un abrazo -
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