En la lección de hoy profundizaremos en las presentaciones Montessori, algo que los guías Montessori practican durante toda su formación y varias horas al día en el aula y que nosotros no podremos nunca replicar, pero sí nos permitirá presentar siguiendo una serie de pautas que veremos a continuación.

Una de las preguntas más recurrentes a la hora de aplicar Montessori en casa es cómo hacer una buena presentación de materiales. La presentación Montessori es todo un arte, en ella los guías invierten buena parte de su formación y como padres es difícil que podamos presentar los materiales de la misma forma. Así, la presentación de un material en una escuela Montessori no será igual que una presentación «de andar por casa».  Me gustaría que tuviéramos eso muy en cuenta a la hora de presentar un material, no somos guías Montessori, nuestras presentaciones no serán tan perfectas, pero no por ello debemos pensar que a nuestros hijos puedan parecerles peores.

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De hecho, en un aula Montessori, que como sabréis es multiedad, los niños más pequeños aprenden a usar los materiales en ocasiones gracias a niños más mayores. Sus presentaciones no serán iguales que las de las guías que los acompañan, pero la conexión entre estas dos personitas es mucho más importante que ofrecer una presentación perfecta. Nuestra función en casa es ser más un compañero mayor que un guía Montessori (si en casa hay hermanos entenderéis perfectamente a que me refiero, ¿verdad?)

Los niños pequeños no han desarrollado aún el autocontrol suficiente como para mantener la atención en una presentación Montessori, por eso no soy muy partidaria de ellas en niños hasta los tres años, sino más bien de ofrecerles el material libremente. Algunos guías Montessori opinan que el material sensorial (incluso los cilindros, la primera caja de color o la torre rosa) no deben ofrecerse a los niños hasta los tres años y, de hecho, en las Escuelas Montessori que cuentan con aula de Comunidad Infantil y Casa de Niños no tienen este tipo de materiales para los pequeños, solo de vida práctica y algunos materiales sensoriales y de lenguaje y lectura adaptados para esa edad. Solo cuando consideran que están preparados, van pasando a ratos en una adaptación muy progresiva al aula de Casa de Niños, respetando su madurez y no guiándose al 100% por los años cumplidos.

De esta forma, a partir de los 2.5-3 años de edad podemos decir que ya están preparados para recibir las primeras presentaciones de materiales sensoriales, pero, respecto otros materiales, podremos presentárselos igualmente. Tendremos que simplificarlas mucho y ser muy flexibles, con ellos y con nosotros mismos, pues nuestra preparación como padres no puede ser igual a la de un guía Montessori. Sin embargo, no por ello tenemos que olvidarnos de ellas y siempre podemos intentarlo, adaptándolas a nuestro contexto particular.

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Lo esencial para ofrecerle la presentación a nuestros niños, sin ser guías expertos en la materia, es descomponer la actividad en el número de pasos suficiente que favorezca la asimilación de la información que les ofrecemos.

Una de las dudas mas frecuentes es por qué las presentaciones son en silencio o lo más silenciosas posibles. Realmente, para mí este es uno de los grandes aciertos de Montessori, pues permite modelar con el ejemplo en un momento en el que los niños aprenden por imitación. Si lo estuviéramos expresando con palabras, los niños puede que no mostraran tanta atención a lo que hacemos, sino a lo que decidimos; de esta forma prestan su plena atención al modelaje, como si fuera un ritual especial para ellos. Sin contar con que el hecho de no usar las palabras permite que niños en diferentes estados madurativos puedan entender la actividad, y aunque las presentaciones suelan ser individuales, puede haber otro niño (o hermanito en casa escuchando). Incluso pueden ser presentaciones grupales, especialmente con niños niños mayores. Exactamente igual pasa cuando se hablan varias lenguas en una escuela y no todos están al mismo nivel de comprensión, por lo que es difícil acertar con el vocabulario específico que usemos.

Además, todas las personas aprendemos de forma distinta, no sé si conocéis la Teoría de Inteligencias Multiples de Edward Gardner, si no es así, os invito a profundizar. Hay personas que tienen memoria visual  -necesitan imagenes-, memoría auditiva -necesitan escuchar- o memoria muscular necesitan hacer y practicar. En la Escuela tradicional suele fomentarse un solo tipo de memoria, la auditiva de la clase magistral, igual es por ello que nos choca que en Montessori las presentaciones sean mudas.

Si os animáis a probar a hacer una presentación con vuestros peques, elegid un momento de calma en el que podáis estar solos, y ofrecerles toda vuestra atención siguiendo estas recomendaciones generales (podéis descargaros este pdf para acordaros de ellas):

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1/ Siéntate junto a tu hijo, mejor que uno frente al otro. Así podrá ver como realizas la presentación desde tu punto de vista, siendo su derecha, tu derecha y su izquierda, tu izquierda. De lo contrario, será más complicado que entienda en qué consiste el trabajo. Si habéis ido a clases de pilates sabréis a que me refiero, XD. Si los niños son zurdos, nos sentamos a su derecha y si son diestros, a su izquierda. Elige un momento tranquilo en el que ambos estéis relajados y no haya distracciones ni prisas. La presentación comienza acudiendo a la estantería a por el material y termina devolviéndolo a su sitio (Salvo con niños muy pequeños, que podemos ofrecerles practicar y luego acompañarles a devolverlo si es necesario).

2/ Siempre sobre una esterilla, a ser posible lisa y de color claro, salvo que ese trabajo en concreto se realice mejor en una mesa. Estirar y recoger una esterilla es una lección Montessori en sí misma, hacedlo despacio y con esmero. Elegid esterillas gruesas que puedan tener «control del error», aunque los salvamanteles del IKEA son también buena opción, muy económica y fácil de almacenar.

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3/ Siempre se trabaja de izquierda a derecha, de arriba a abajo. Todas las actividades y materiales en Montessori son intencionales, es decir, constituyen una preparación indirecta para la lectoescritura.

4/ Habla lo menos posible y en voz baja, para que el niño se concentre en lo que hacen nuestras manos, especialmente a la hora de tratar los materiales, con sumo mimo y cuidado. Los movimientos han de ser lentos, con pequeñas pausas para señalar los distintos pasos y cuando cojamos un objeto debemos enfatizar la pinza digital (índice, pulgar y corazón).

5/ Ensaya previamente para evitar «titubeos» a la hora de presentar los materiales, no es necesario pasarse la noche repasando, sólo hacerlo un par de veces antes de probar con el niño. Recordad, no somos guías Montessori ni podemos invertir más tiempo en practicar que en estar con nuestros hijos, no es coherente ni sano, ¿no os parece?

6/ Sigue al niño. Si el niño no tiene paciencia para permanecer quieto durante toda la presentación debemos valorar dos situaciones: No le interesa (entonces lo guardaremos para más adelante) o le interesa pero no tiene paciencia para aguantar su turno (entonces podemos hacer dos cosas: recordarle que su turno empezará enseguida y hacer la presentación más corta o, simplemente, dejarle el material diciéndole previamente las normas básicas que tenga).

7/ No te lo tomes como algo personal. Si la presentación no funciona, no pienses que  es por tu culpa, por falta de formación,  de técnica o de práctica, recordad, somos los amiguitos mayores del aula. Evita también las frustraciones, si el material ha sido costoso (en tiempo o dinero) y no le presta atención, ya lo hará, o quizás no, pero sea como sea, debemos dejar atrás NUESTROS egos y NUESTRAS expectativas y no perder la conexión con el niño

8/ Se flexible. En casa no es necesario hacer una presentación formal para cada actividad. Una casa no es una escuela, nosotros no tenemos formación específica y nuestro objetivo es ofrecer al niño la posibilidad de desarrollar su autonomía sin perder la conexión con él en ningún momento. Por supuesto, es necesaria una presentación para usar un cuchillo, por motivos de seguridad, pero ¿realmente es necesario para limpiar una mesa si nos han visto hacerlo mil veces? Solo tenemos que tener cuidado cuando notemos que nos están observando y hacerlo como si fuera una presentación (primero aplicar el jabón y después limpiar en círculos, de izquierda a derecha, de arriba a abajo) Si las presentaciones formales no funcionan, siempre podemos girar al camino de la espontaneidad.

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9/ Confía. Poco a poco interiorizarán el motivo por el que les hacemos la presentación de un material: Ofrecerles conocimiento y autonomía. Pronto te pedirán ellos mismos las presentaciones de materiales y les sorprenderás enseñando a sus hermanos a usar un cuchillo o hacer trasvases.

10/ Nunca jamás desconectes de tu hijo, recuerda que el objetivo es acercarle al conocimiento y/o propiciar su autonomía, no necesariamente que repita exactamente lo que hacemos. Si realiza algo diferente a lo que has propuesto, manos en la espalda y boca muy cerrada, puede que necesite otra presentación o puede que necesite simplemente practicar, pero no hace falta que recalquemos su error. Si se ha dado cuenta, lo enmendará y si no se ha dado cuenta, es que no estaba preparado para reconocerlo. En todo caso, nuestros juicios sobran en un ambiente Montessori.

Os doy un ejemplo de como sería una presentación, sin olvidar que mi formación es limitada y que las Guías Montessori de AMI afirman que Montessori se transmite mirándose a los ojos. El clima, el saber hacer y la humildad que tiene un guía experimentado no lo puedo replicar de ninguna manera, pero es algo que me habéis pedido y aquí va:

Cuando monté el vídeo a posteriori me di cuenta de la cantidad de errores que había cometido, errores que en el momento no era consciente de estar cometiendo pero que han quedado grabados para siempre. Realmente es muy importante la formación y práctica del guía Montessori a la hora de presentar los materiales, pero no quería dejar de ofreceros una presentación que me habéis pedido mucho. Igualmente, los pasos aproximados serían los siguientes:

  1. Acompáñame por favor que quiero enseñarte una cosita.
  2. Este material se llama Cilindros de botón, ¿puedes decirlo?
  3. ¿Te apetece que te muestre este material?
  4. (Extendemos una esterilla en el suelo, muy despacio).
  5. (Depositamos el bloque de cilindros en el suelo).
  6. (Sacamos uno a uno los cilindros, muy despacio, tocando con el dedo y comprobando la altura y el grosor).
  7. Este es el cilindro más pequeño y este es el cilindro más grande.
  8. (Volvemos a introducirlos uno a uno dentro del bloque, tocando tanto el cilindro como el hueco para comprobar la altura y el grosor)
  9. Opcionalmente, los volvemos a dejar en su sitio o simplemente: Ahora es tu turno, ¿te apetece probar?
  10. Las variaciones (Practicar con los otros bloques por separado, luego dos a la vez, luego tres a la vez y luego cuatro a la vez) y las extensiones (combinar con los cilindros sin botón) vendrán después.

 

LA LECCIÓN DE TRES PERIODOS

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Es una lección Montessori, especial, por así decirlo que sirve principalmente para ofrecer el vocabulario a los niños de una forma muy sencilla:

PERIODO 1: IDENTIFICACIÓN

Situamos sobre una alfombra o mesa tres objetos (tres colores, tres frutas, tres números, tres letras del abecedario, etc.) y a la vez que las señalamos decimos sus nombres.

Ejemplo: «Ésta es la manzana, ésta es la pera, éste es el plátano»

PERIODO 2: RECONOCIMIENTO

Preguntamos al niño si puede encontrar o señalar uno de los objetos al decir su nombre. Cambiamos el orden de los objetos y se lo volvemos a pedir y así con los tres objetos. SI SE CONFUNDE NO LE CORREGIMOS, el mismo se dará cuenta del error si está preparado. Y si no, volvemos al paso uno. Suele funcionar muy bien pedirles que hagan acciones con los objetos.

Ejemplo: «Señala la manzana, señala la pera, señala el plátano» o «¿Puedes ponerte la manzana sobre la cabeza? ¿Puedes darle un beso a la pera? ¿Puedes ponerte encima de la rodilla el plátano?».

PERIODO 3: REPASO

Cogemos uno por uno los objetos y le preguntamos su nombre sin decirlo nosotros, así la dificultad es creciente. SI SE CONFUNDE NO LE CORREGIMOS. Señalamos el objeto que ha nombrado de forma incorrecta y le volvemos a preguntar qué es, él mismo se dará cuenta del error si está preparado. Y si no, volvemos al paso uno.

Ejemplo: «¿Qué fruta es esta?» Y contestará » La manzana, la pera, el plátano»

 
Since the lesson in terminology should consist in establishing an association between a name and its object or with the abstract concept of the name itself, both object and name should strike the child’s understanding at the same time, but only the name itself, and not some other word, should be pronounced.

(The Discovery of the Child)

Ya que la lección en terminología debería consistir en establecer una asociación entre un nombre y su objeto – o el concepto abstracto del nombre mismo- objeto y nombre deberían aparecen en la comprensión del niño a la vez, pero solo pronunciando el nombre en sí mismo y no otra palabra.

El descubrimiento del Niño

María Montesssori

 

TAREAS

1/ Buscad una presentación Montessori en internet, dejad el enlace en los comentarios y compartid (si queréis) lo que os transmite. Si habéis visto alguna presentación Montessori con anterioridad también podéis buscar los fallos de la presentación de los cilindros que os he mostrado antes.

2/ Revisad la presentación de los cilindros e intentar recopilar los errores que he cometido al hacerla (está cortada a drede para que no fuera demasiado larga).

3/ Recuperad recuerdos de vuestra infancia y seleccionad tres momentos en los que os sentisteis incomprendidos.

4/ ¿Qué es para vosotros la voluntad? ¿y la obediencia?

Resumen de la lección:

  • Es imposible que realicemos una presentación igual que un guía Montessori, pues practican durante toda su formación y varias horas al día en el aula.
  • Nosotros podemos presentar también: dividirlo en los pasos necesarios y hacerlo lo suficientemente despacio para que lo entiendan y lo suficientemente “deprisa”, o más bien esquemático, para que no se aburran.
  • Asimilemos que la presentación “de andar por casa” tiene más que ver con descomponer para aislar las dificultades que con hacerlo perfecto.
  • Las claves para presentar son: Sencillez, calma, concentración y descomposición, para que el niño pueda centrarse en los detalles y aislar la dificultad.
  • No podemos olvidar los periodos sensibles, si está en plena necesidad de movimiento, simplificaremos o suprimiremos.