PRIMERA SEMANA – INTRODUCCIÓN

¡Bienvenida/o! Esta semana vamos a leer la Introducción del libro y, a continuación, vamos a hacer los dos primeros ejercicios.

A lo largo de las nueve semanas, verás que no siempre los ejercicios están en el mismo orden que aparecen en el libro, ni siquiera en el mismo apartado. Hemos querido equilibrar las actividades y hemos hecho una relación más ajustada a las necesidades de un grupo de lectura. Esperamos que disfrutes de nuestro libro y que compartas, siempre que te sientas cómoda/o con ello, tus reflexiones con nosotras.

EJERCICIO 1: Visualización para volver a tu centro

En este ejercicio vamos a hacer una pequeña visualización que nos ayudará a tomar perspectiva. Puedes hacerlo todos los días o en momentos puntuales en los que pienses que te encuentras más en la queja que en el agradecimiento:

  • Cierra los ojos.
  • Respira profundamente.
  • Coloca tu mano derecha sobre el corazón.
  • Sigue respirando.
  • Coloca tu mano izquierda en tu tripa.
  • Respira.
  • Trata de sentir el aire en las dos manos.
  • Respira.
  • Si te cuesta sentir el aire en la mano izquierda, cuenta hasta seis.
  • Respira.
  • Recuerda la última vez que viste dormir a tu peque, quizás haya sido hace pocas horas, quizás más tiempo, quizás leas este libro con un bebé en el pecho. ¿Qué necesita para sentirse así de seguro? ¿Recuerdas la expresión de su cara?
  • Ahora piensa en el último conflicto que tuviste o, quizá no el último, pero sí ese en el que te sentiste profundamente retada o dolida.
  • Cierra los ojos, han pasado treinta años desde el día de hoy y estás montado en el coche junto a tu hijo. ¿Cómo te lo imaginas? ¿Quién conduce? ¿Cómo te gustaría que fuera vuestra relación?
 
EJERCICIO 2: El sol alentador

Toma tu cuaderno de reflexión y dibuja un círculo. Escribe en el centro “amor incondicional” y ahora, desde la circunferencia, traza varias líneas rectas hacia el exterior.  Parece un sol, ¿verdad? Ahora, en cada uno de los rayos, queremos que escribas lo que estás haciendo para dar amor incondicional (jugar, cuidar, amar, alentar, empoderar, preguntar, respetar).

Piensa en todo lo que SÍ haces.

Ponlo bonito.

La próxima vez que te preguntes si lo estás haciendo bien o cuando pienses que eres un fracaso como educador, queremos que mires este sol y relativices.

Piensa, desde la compasión, que lo estás haciendo lo mejor posible y busca soluciones para todo lo que no esté funcionando bien. A veces la solución a nuestros problemas es también la aceptación, que, como hemos dicho, es justo lo contrario de resignarse.