Jo! es todo un temazo!
La gestión de pantallas es algo que he tenido que trabajar mucho en mí misma para poder poner unas normas coherentes con mis peques. Al principio, veía las pantallas como el demonio y fui muy radical en que no consumieran pantallas. Sin embargo yo, estaba con el móvil cuando me venía en gana. Y aunque ellos no me dijeron nunca nada porque eran pequeños, yo sentía que estaba siendo injusta e incoherente.
Luego llegó la pandemia y con ella el teletrabajo y la situación era inviable sin momentos de pantallas. Así que tuvimos que ajustar unas normas que nos sirvieron para ese momento. Adaptamos un móvil que teníamos viejo para que lo pudieran utilizar con restricciones. Control de tiempo, aplicaciones y búsquedas restringidas etc. Pero aún así, vivimos momentos de mucho conflicto. El aumento de exposición a pantallas, provocó bastante adicción y se enfadaban mucho cuando se acababa el tiempo. L perdió el interés por hacer cualquier cosa que no fuera con pantallas y yo me asusté mucho. Tuvimos que reajustar todo y sobre todo acompañar sus emociones porque las pantallas escondían todas las emociones que se estaban removiendo por la nueva situación con la pandemia.
Ahora todo está muy regulado y llegamos a un acuerdo familiar de media hora de dibujos en la TV entre semana para cada uno. Y en el finde, película en familia. Y sí se puede, 1 hora de video consola siempre con papá en la que se crea un momento de conexión y risas tremendo.
Ahora llega el verano y quizá nos toque reajustar otra vez. Como siempre, observar, observar y observar.