Hola a todas!
Ahí van los quereres 🙂
1/
En casa nuestro hijo siempre ha tenido las cosas a su altura para hacer uso de los materiales cuando él quisiera. Le encantaba barrer, fregar, pasar el aspirador, limpiar el polvo…tener todos los materiales a su altura es el primer paso a mi juicio y, por otro lado, le pedíamos ayuda cuando hacíamos las tareas y él estaba súper contento de poder contribuir.
En los colegios tradicionales les mantienen mucho tiempo sentados, intentando que hagan fichas, que dibujen, que estén quietos y callados. Creo que cada vez más colegios optan por permitir el movimiento y, al menos, a través de los rincones, una rotación periódica de los diferentes materiales, lo que les permite llegar en algún momento a lo que les interesa.
2/
He visto que me cuesta mucho el abstraerme de los posibles juicios y que también me cuesta mucho conectar con él durante un conflicto. Tiendo a ser muy reactiva y, aunque me estoy trabajando mucho, no termino de conseguirlo.
Por ejemplo, es una situación que se repite con frecuencia. Los fines de semana tenemos un ritmo mucho más tranquilo, me encanta jugar en la cama y desayunar tranquilos… pero a mi a veces se me hace excesivo. A veces pasan 3-4 horas desde que nos levantamos hasta que conseguimos salir de casa y el calor es insoportable.
Yo ya he optado por salir con la perrita antes incluso de que se levante el niño para que me dé el aire, moverme un poco y atender a la perra. De esta manera ya acojo mejor ese ritmo, pero me cuesta.
Es algo que hemos hablado en casa más de una vez, pero no consigo encontrarme a gusto.
Entiendo que hay que relajarse, pero me irrita tardar tanto en salir de casa y que se quede todo tirado. Desayunos sin recoger en el salón, la cocina con restos del desayuno, juguetes y papeles por el suelo porque ha ido deambulando por la casa cogiendo de todo…
Hace un rato Leo ha terminado de desayunar y se ha tumbado en el sofá. Intento conectar con él, de verdad, pero no sé si es que no he planteado mi problema de la manera correcta…no sé cómo transmitir lo que para mi es un límite. No es una cosa grave, pero a mi no me hace sentir bien que todo quede así. Entiendo su necesidad de libertad. Sé que hay muchas normas y horarios en el cole, pero a mi esto no me hace sentir bien. Me he terminado enfadando y levantándole la voz porque le pido que por favor, recoja su desayuno y tras no sé cuantas repeticiones consigo que lo lleve a la cocina, y ahora toca el siguiente paso, que lo recoja en la cocina….y luego que se lave los dientes…y luego que se vista….Sinceramente, me cuesta abordarlo desde la conexión.
Supongo que tengo que mirar más el gráfico… También me lo he impreso ya! jajaja!
3/
Voy por la mitad aún. Me resulta bastante angustiosa, sobretodo al principio.
La impresión es que nadie, excepto la madre, ha creído nunca en las capacidades de la niña, la han dado por perdida, hasta el punto de pensar que no sentía.
En cuanto a Ana, aunque es brusca, es la única que ha puesto límites a la niña. En general no la prestan atención, permiten que haga lo que quiera para evitar conflictos.
Esto último me ha dado que pensar…
Gracias!