@carlalloret84
Activo hace 6 años, 1 mesRespuestas de foro creadas
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Hola! Muchas herramientas de este tema ya las usaba, sobre todo lo que tenemos integrado es lo de evitar elogiar, nos ha costado un poco, creo que tenemos automatizado en general el «muy bien». Mi hija es muy independiente, de momento no se comporta de forma complaciente, no sé si el no haber usado los elogios habrá contribuido a ello, pienso que sí.
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Hola! Lau_chikita, no debe ser una situación fácil… Y si pruebas a decirle al peque delante de la yaya «mira, cada vez es capaz de hacer más cosas él solo, por ejemplo sabe vestirse o desvestirse… Te gustaría mostrarle a la yaya cómo lo haces?» no sé si es de ayuda, la verdad es que yo no me he encontrado en esa situación. Por mi parte, creo que debería dejarle más tiempo para practicar habilidades, las prisas del día a día hacen que le interrumpa. Y sobre todo creo que las preguntas de curiosidad son un recurso muy valioso.
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Hola! Hace tiempo que dejé de sermonear, y la verdad es que mucho mejor, porque notaba que se quedaba resentida. Ahora estoy intentando sobre todo dar mensajes desde el «yo» y creo que debería intentarlo también con el contacto visual y actuar en vez de hablar. Lo haremos! 2. Por lo que se refiere a las dinámicas, en la primera ronda de frases creo que todo el mundo se sentiría bastante mal, y sin ganas de colaborar. En la segunda, dan ganas de participar, te sientes bien…
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Hola de nuevo! Yo estoy llevando a cabo la escucha activa y la presencia total. Muchas veces, con las prisas, le interrumpía al contarme algo y alguna vez miraba el móvil… Seguro que eso no le hacía sentirse tenida en cuenta para nada. Así que me he autoimpuesto un horario de móvil y le escucho mucho más. Está mucho más relajada en el día a día. Gracias
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1. Siento que los adultos sólo quieren mandar y que no nos dejan participar. Sobre mí misma me siento poco valorada, no se me tiene en cuenta así que es probable que decida no hacer lo que se me pide. 2. Siento que los adultos me tienen en cuenta para llevar a cabo las tareas, así que me siento parte del proceso en la realización de las tareas de la vida diaria. 3. Usando frases imperativas anulamos la colaboración del niño, siendo más fácil que éste acabe rebelándose ante el mandato y no lo haga. Sin embargo, con las preguntas lo incluimos en el proceso, se siente tenido en cuenta.
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En las frases de Miguel me siento mal, pero sobre todo enjuiciada y por lo tanto, es una situación desagradable e incómoda, en la que me siento culpable y avergonzada. En las frases de Bei, me siento empoderada y sobre todo lo que siento es que se hace frente al problema, sin enjuiciar.
Hay mucho que trabajar con todo esto a nivel personal, me siento agradecida porque gracias a mi hija y al haber encontrado este curso, veo que puedo trabajarme, subsanar algunas situaciones vividas en el pasado y sobre todo salir empoderada, aunque el camino no sea fácil. -
1.- Desde luego que en ambos casos hay frases que me hacen sentir bien, lo que pasa es que con los halagos me siento querida, pero con condiciones, es decir, cuando hago lo que el otro espera. Con el aliento me siento bien y sobre todo empoderada, aunque al mismo tiempo esto da vértigo: creo que no hemos sido educados en libertad y la libertad trae consigo responsabilidad, y cuando nos acostumbramos a no tener libertad, también nos acostumbramos a no tener responsabilidades, es cómodo no tener que elegir… No sé si me explico. 2.- Resultado de 4’5: ¿como te sientes? Sé que te has esforzado mucho preparando este examen. Quiero que sepas que te quiero y que estoy aquí si me necesitas. Confío en ti.
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1.- Los padres evitan afrontar el problema cuando son permisivos, aunque cuando son controladores tampoco se aborda el problema, lo que se hace es parar la conducta no deseada de forma rápida. Cuando se es firme y amable si que se buscan soluciones.
2. La verdad es que a mí me han castigado pocas veces, mis padres en realidad eran muy permisivos. Aunque en alguna ocasión si me castigaron obligándome a pedir perdón, diciéndome que estaba fea al llorar o simplemente pasando de mí. Creo que en todos los casos me sentí sobre todo humillada, y todas esas «r» del castigo aparecían en mayor o menor medida. Al ser permisivos su castigo muchas veces era lo que he dicho, pasar de mí, y eso me hacía sentir como si me «cayera al vacío» , como que no tenía guía, nada a que aferrarme y esto ha hecho que tenga tan baja autoestima, porque sentía que yo no era suficientemente buena para que se ocuparan de mí. Ahora entiendo por qué me desbordan tanto las rabietas de mí hija, porque lo que viví en varias ocasiones era que no había que hacer nada, no abordar el problema. Esto ha hecho también que me hiciera «hiperresponsable», yo me solventaba los problemas y mi » recompensa » era que en la escuela destacaba. Tal vez por eso me exigía yo misma más y más. En fin, este ejercicio me ha removido mucho.
3. Las recompensas no eran lo habitual, sólo alguna vez: mi abuela me daba una propina si le hacía algún recado. Desde luego eso no me hizo aprender nada en sí, más que tenía que obtener algo a cambio. Yo buscaba la «recompensa» del muy bien y el reconocimiento académico, se ve que para suplir esa indiferencia y permisividad de mis padres. Nunca lo había pensado. Gracias -
1. Hoy me he sentido orgullosa, preocupada y agobiada. Cuando me siento orgullosa también me siento alegre y sonrío y lo veo todo maravilloso. Cuando estoy preocupada respiro rápido, empiezo a buscar información y a veces creo, en un primer momento, que no hay solución, cuando me tranquilizo empiezo a pensar en buscar soluciones. Cuando estoy agobiada aprieto los dientes, tengo ganas de gritar, lo hago todo deprisa y no escuchó a los demás. No me gusta nada sentirme así. La verdad es que me cuesta dejar pasar los sentimientos, creo que ese es mi problema, me aferro a ello, tal vez porque los reprimo, y no los puedo soltar. 2. Triste: apática; feliz: alegre, entusiasmada; molesto: frustrada, irritada; ajustada: preocupada. 3. 3 castigos: mis padres no eran muy de castigar prohibiendo cosas y cuando lo hacían, no lo mantenían, lo cual me creaba confusión. Ellos eran más de decirme que estaba fea al llorar o lo que sí que recuerdo como un castigo era obligarme a pedir perdón (yo no pensaba que tuviera que pedirlo, claro), y algunas veces me castigaban con indiferencia, pasando de mí. Lo que si que recuerdo es cuando mi abuelo me pegó, se me quedó clavado el sentimiento de rabia y miedo y ya no quise nada con él ni de él. Recompensas: tampoco habían demasiadas recompensas, o no recuerdo ninguna en concreto, sólo mi abuela que me daba algún duro si le hacía algún recado.
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1. He de decir que este ejercicio ha sido muy esclarecedor. Mi carta alta es la superioridad, y mi estilo la comodidad. Como han comentado otras compañeras, creo que me muevo en ambos modos tanto en estrés como en no estrés. Tener estas dos formas de actuar hace que tenga muchos altibajos, por un lado soy muy exigente conmigo misma y con los demás, me informo mucho y quiero hacerlo muy bien, sin embargo, soy muy comodona cuando la situación no «aprieta» y eso hace que después me sienta muy mal conmigo misma… Veo que tengo mucho que trabajar, sobre todo en los conflictos, en los que me debato en ambos estilos y empiezo siendo un león, para pasar a ser tortuga cuando ya estoy más tranquila. Por lo que se refiere a trabajar las emociones, en casa tenemos el libro del monstruo de colores, cuando vamos a la biblioteca aprovechamos para coger algún libro sobre esa temática, y hablar mucho sobre ello.
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Cuando veo el vídeo lo veo todo claro, pero cuando sucede en casa es otro cantar. Conflicto: cuando llegamos a mediodía del cole quiere que le represente teatros. Quiere atención. Si le digo que no, que es hora de comer, pasa a la venganza, puesto que me grita e incluso a veces me ha pegado y me he sentido muy dolida. El otro día le dije que entendía que quisiera lo del teatro porque es algo muy divertido, pero que teníamos que comer ya porque se enfría. Así que le dije que qué tal si me ayudaba a poner la mesa y comíamos pronto y así tendríamos más tiempo para el teatro, que yo estaba deseando que llegara ese momento porque lo disfruto mucho con ella. Y de maravilla, pusimos la mesa, comimos y después a hacer teatro. 2. Regalos que dejaría: falta de sentido y poca importancia, después estrés y dolor.
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Vamos a crear nuestro «rincón de la paz» en el salón, queremos poner un PUF y algún cojín, algún peluche, un reloj de arena, y papel y colores. La norma será no molestar a quién haya decidido ir ahí. Espero que al verme usarlo entienda bien su uso y que ella lo ponga también en práctica. Para mi mi tiempo fuera es la lectura, las salidas a la montaña y tejer. Mi marido lo que le va bien es ir a escalar. Tiempo en pareja es inexistente casi, nos iría de perlar salir a comer y dar un paseo, y eso que escribió Bei sobre unos ninjas también… Jijiji.
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1.- Tareas diarias: mayor autonomía por su parte, recoger los juguetes, destete. Habilidades: empatica, respetuosa, con sentido del humor, responsable. 2. Cosas estresantes: cuando se pone a llorar porque no quiere recoger, cuando me pide que le acerque cosas que puede coger ella misma, cuando pienso en que nunca dejará la teta. 3. Cosas que nos recargan: pasear por el campo o la montaña, leer, pintar, tejer. 4. Cómo funciona el cerebro: debemos tener momentos de recarga para no saturarnos y cuando ya estamos empezando a saturarnos, podemos usar el tiempo fuera positivo. 5.- Tiempo fuera positivo: está bien cuando es voluntario, así abordamos el problema cuando estamos más tranquilos.
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Hola! Después de una larga gripe me reincorporo… 1. Habilidades: respetuosa, responsable, empatica, con sentido del humor, con sentido del bien común, que sepa escuchar 3. Formas convencionales: decir muy bien, recompensas, «invalidar» sentimientos… Resultados a largo plazo: hacer lo que se espera para obtener algo a cambio, «invalidar» sus propios sentimientos conociéndose menos a sí mismo y no aprendiendo a gestionar sus emociones. Formas de la DP: alentar, conectar, que ellos se sientan útiles y tenidos en cuenta buscando soluciones. Resultados a largo plazo de la dp: personas empoderadas y resolutivas, responsables y con sentido del bien común.
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1.- Retos: conseguir un destete que sea respetuoso para ambas, que el momento de recoger los juguetes no sea un drama.
2.- Cómo soy en el día a día: por lo general creo que más bien soy amable, pero cuando no obtengo lo que espero, a veces, paso a ser firme y eso me hace sentir culpable.
3.- Aspectos positivos de ser siempre amable: crea un ambiente distendido. Aspectos negativos de ser siempre amable: frustración del adulto, falta de empatía por parte del niño hacia el adulto. Aspectos positivos de ser siempre firme: a corto plazo puedes obtener la respuesta que tú quieres. Aspectos negativos de ser siempre firme: frustración del niño, desconexión entre niños-adultos, luchas de poder.
4.- Qué usas en tu día a día: sobre todo intento en primer lugar empatizar, después dar opciones limitadas, explicar mucho las cosas… Pero también sermoneo, eso no me da ningún resultado positivo, deja de escucharme… -
Hola! Yo soy Carla, mama de una niña de 4 años. Trabajo a media jornada fuera de casa y así puedo estar bastante con la peque. Me describiría como una persona tenaz y curiosa. Yo pensaba que era una persona paciente, pero tengo dudas porque últimamente salto enseguida… Algo que nadie sabe es que me estoy planteando volver a ser madre, pero me gusta mucho mi trabajo y me parece tan difícil llevarlo todo adelante… Y otro motivo que me preocupa mucho es el cambio climático. Este grupo seguro me va a aportar muchas herramientas, aprendizajes y energía positiva. Una saludo
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Hola! A mí el libro me está encantando, porque encuentro muy lógico todo lo que explica, y cómo abordar diferentes situaciones. Si bien es verdad que no siempre es fácil estar en el equilibrio de firmeza y amabilidad, yo desde luego, en más de una ocasión he pasado del exceso de firmeza a la permisividad, porque cuando soy muy firme, me siento culpable y lo intento compensar. Cuando hablasteis del ejemplo de Jhonny, me encontraba perdida, pero lo de ofrecer fruta hasta la próxima comida me parece lo más firme y amable posible, qué bien estar en este grupo porque nos vamos a ayudar mucho unos a otros! En mi caso, el problema es la televisión, no me gusta nada que mi niña la vea (aunque le dejo verla un poco) y me pongo muy firme, pero no creo tampoco que sea buena idea prohibirsela, porque parece que todavía le atraiga más… Y es motivo de discusión en casa, entre la niña y yo y entre mi marido y yo, puesto que él se la pone más… Por lo que decías de la siesta, marisa16, tal vez le puedes recordar, al decirle que es hora de la siesta, lo mal que se encontraba los días que no hacía la siesta, no sé si ya le habrás dicho algo así. «Mira cariño, sé que todavía tienes más ganas de jugar, pero es hora de ir a descansar. ¿Recuerdas lo mal que estabas los días que no hiciste la siesta? Ahora vamos a descansar y después jugaremos/ leeremos, etc. juntos o con papá y como habremos dormido, tendremos más energía». No sé si es buen ejemplo… Ánimo!
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