@gabrielge
Activo hace 5 años, 8 mesesRespuestas de foro creadas
-
Entradas
-
-
Me han encantado las dinámicas! 🙂 Como bien dice santer, son como el curso DP supercondensado. Me hizo sonreír la reflexión de Bei en el último video, al final de todo, sobre las peleas entre peques: «no intervenir, si haces de juez la has cagao» 😀
Me ha llamado poderosamente la atención lo difícil que es desengancharse del «muy bien» y del «algo tienes que decir» para valorar los logros de los peques. Yo estoy (casi) desenganchado, aunque creo que nunca he estado muy abonado al «muy bien», creo que precisamente porque mis padres nunca lo cultivaron (más bien lo contrario, la ausencia de cualquier elogio, que eso tampoco es bueno, porque hasta ahora siempre los he buscado). Con mi hija me sale tranquilamente el «lo has hecho», «como te sientes», «te gusta como te ha quedado», «te ha debido de costar», o, simplemente, el silencio, porque es cierto, ellos, nuestros hijos, no te buscan para que les des su aprobación, ellos mismos se sienten satisfechos tanto con el resultado como con lo conseguido; en todo caso te buscarán para compartir sus experiencias. Bueno, que me he liado. Eso, Bei, pena por no haber tenido la oportunidad de disfrutar de tus cursos en vivo. Gracias por compartir las dinámicas! -
Aún no hemos implantado las reuniones. Querría que mi compañera hiciese este curso y que interiorizase los principios de la DP. Hasta ahora no ha podido pero espero que en breve lo haga. Creo que estas reuniones familiares son enormemente positivas, incluso cuando no se tienen hijos, porque sirven para sentarse, hablarse y escucharse desde el respeto, cosa que hoy en día está tan poco de moda. Ay, si hubiese conocido esta herramienta en mi época universitaria, compartiendo piso…! XD
-
-
-
– Estas dinámicas no las he aplicado porque, como ya he comentado en otros temas, creo que mi hija (28 meses) es demasiado pequeña. Aunque ahora en el tema leo que el cuadro de rutinas es bueno para niños de su edad (así que tendremos que ponernos a confeccionar uno! 🙂 ). Lo que si he hecho desde el principio es limitar su tiempo de exposición a pantallas.
– En cuanto a la dinámica, queda claro que colaborando, coordinándose, podemos hacer cualquier cosa.
-
– Aunque creo que mi niña es aún demasiado pequeña para necesitar motivación, llevo usando casi todas las herramientas que salen en el tema para que más adelante me salgan espontáneamente, por ejemplo la de evitar los elogios. Desde que leí un artículo de Bei sobre los «muy bien» atravesé una fase algo talibana en contra de ellos; ahora me he moderado 😀 pero, gracias a eso, el círculo más inmediato de amigos/familiares ya ha interiorizado que, por lo menos, no hay que abusar de los elogios.
– En la primera parte sentí el esfuerzo y preocupación del que llevaba y la comodidad del llevado. En la segunda parte la tranquilidad del que guiaba y la confianza del guiado. Está claro que la segunda forma es la mejor para las dos partes, pero en esta está el saber «dejar ir», como bien dice MA, aí estaré con las tiritas, pero no te voy a rescatar; está bien saber la teoría, pero la práctica… Siempre he dejado que mi hija se atreviese con las escaleras desde que comenzó a gatear, pero no sé como actuaré en la adolescencia… 🙂
-
-
-
Lo que hago con mi pequeña es, por ejemplo, dividir la tarea en pasos para facilitársela. Por ejemplo con la cremallera del abrigo: la engancho y después dejo que ella termine de subírsela. O cuando está de cocinitas, en lugar de darle el bote de harina y que la eche en el bol (arriesgándome a que en lugar de 200 grs ponga medio quilo, jeje), le doy la cantidad justa en un cuenco y que ella haga como vea (normalmente comienza a echar la harina con la cuchara y luego, cuando se aburre, la echa directamente 🙂 ).
La dinámica que aparece es la misma que pusisteis en el tema 11. No sé si es un error…
-
-
Creo que mi hija aún es muy pequeña para llevar a cabo muchas de las herramientas que se exponen en el tema, pero lo que llevo haciendo desde hace tiempo (he leído el libro de Siegel) es acostumbrarme a validar sus emociones: cuando se cae no corro a decir que no ha sido nada, le digo que sí, que se ha caído, se ha hecho daño y ella misma señala el sitio donde ha tropezado, la parte de la pierna donde se ha golpeado… y creo que le hace bien verbalizar las caídas porque hoy en día la mayoría de las veces en las que se cae, se levanta y dice que no ha sido nada.
En cuanto a la dinámica me ha hecho pensar en que nosotros, los adultos, los padres, somos un saco en el que hay tal cúmulo de reproches, despechos, amenazas, juegos de poder, que se han depositado en el fondo, en nuestra infancia, que nos es de extrañar todas las carencias emocionales, egoísmos e inseguridades que tenemos en general. En la primera parte se respira un clima hostil pero, al mismo tiempo, familiar, y en la segunda parte te dan ganas de abrazarte a cada una de las participantes. En el primer ejemplo es fácil que te sientas un nadie y en el segundo te sientes (super)importante.
-
He usado el tono de voz adecuado. Llevo una temporada haciéndolo y la verdad es que, indirectamente, hace que yo mismo vuelva a tapar el cerebro cuando noto que el reptiliano está ganando la batalla. Si mi hija empieza a pasarse de vueltas no hay tono de voz que valga, pero al estar yo tranquilo puedo gestionar mejor sus momentos de destape total.
No sé exactamente a que dinámica os referís (?) Si es la de decir lo que nosotros vamos a hacer me parece genial (a lo mejor un poco radical el ejemplo de Disneyland, jeje); apela a la sinceridad y a la coherencia por nuestra parte y eso como padres pienso que debemos trabajarlo desde que nuestros hijos llegan a nuestras vidas.
-
1- Me siento como una marioneta y tengo dos opciones, o conformarme y actuar como «un buen chico», con la voluntad y la autonomía totalmente anuladas o me rebelo y soy «malo».
2- Estas frases invitan al diálogo, son integradoras, dan pie a la reflexión y a la colaboración.
3- Como dijo Nadine, el tono de voz, la expresión corporal son importantes no solo a la hora de comunicarnos con los niños, si no también con los adultos. En nuestra infancia nos enseñaron a discutir, a defendernos, a reprochar, a sentirnos inseguros, a tener miedo, y todo a través de palabras y lenguaje corporal. Como reflexiona en el video MA (y cuando lo oí casi lloro 🙂 ), ¿cómo hubiésemos sido si en nuestra infancia nos hubiesen preguntado, si nos hubiesen respetado, si hubiesen validado nuestras emociones…?
Cuando reflexiono sobre como hablar con mi hija, conecto con mi niño interior, y obtengo la respuesta. Es tan fácil respetar! Pero, como dice Bei, «cuando nuestro cerebro se destapa, toma el mando el piloto automático que recurre a lo que hemos interiorizado a lo largo de toda nuestra vida» y es ahí donde tengo mi gran desafío. -
Con las frases de MA lo que sentí fue sentimiento de fracaso, presión (ahora que se me daba una nueva oportunidad para entregar el trabajo), ser objeto de condescendencia, violentado a la hora de ser comparado con los compañeros, verguenza… Las frases de Bei establecían diálogo, empatía, aliento, ganas de hacer cosas… Sí que es cierto que suenan más artificiales las de Bei, pero eso se debe a que, por lo menos en mi caso, el 100% de profesores que tuve en mi vida lectiva están reflejados en las frases de MA, por lo tanto estoy más acostumbrado a oír esas que las otras.
-
1) Te hacen sentir bien las frases de Bei, pero como dice ella, es como la Nutella, muy rica pero llena de azúcar y aceite de palma que a la larga para la salud es malísima (viva la Nutella casera! 😀 ). Llegará un punto en el que «vivas» a través de las alabanzas del otro y eso no es para nada bueno. Yo a día de hoy aún me estoy «desenganchando» de las alabanzas, las busco para sentirme bien, realizado.
Por el contrario, el aliento de MA es eso, aliento, ánimo, reconocimiento, conecta contigo y deja un poso más duradero en ti.2) Alabanza: «Muy bien! Estoy muy contento!». Aliento: «Te has esforzado, has aprendido de tus errores y has perseverado, te lo mereces».
Aliento: «Te has esforzado y el resultado no ha sido el esperado, como te sientes? Que puedes hacer para hacerlo mejor la próxima vez?». Alabanza: Es imposible construir una frase de alabanza cuando el resultado es «malo». -
-
1/ Los mensajes que he recibido son de reproche, de censura, y nunca he creído que fuesen de utilidad, aunque provocaron que hasta hace poco viese el error siempre desde el lado malo y, también, que escondiese los errores. Cuando cometo un error el primer impulso, la mayoría de las veces, es la negación y después la culpa: niego que tal cosa que haya hecho o dicho esté equivocada (cuando no directamente niegue que yo haya dicho o hecho esa cosa 🙂 y después me siento culpable por no haber previsto las consecuencias de mis acciones.
Estoy empezando a tolerar mis errores y a desterrar la culpa y me gustaría pensar que mi hija verá los errores de una manera diferente y más positiva, siempre una oportunidad para aprender y mejorar.2/ Algo muy recurrente es mojar la mesa y el suelo cuando trasvasa líquidos. Le enseño donde tiene su rincón de limpieza y lo que tiene que hacer. A veces ya le sale a ella sola y creo que tiene interiorizado que cuando derrama tiene que secar con la bayeta y continúa con sus trasvases tan tranquila. Yo me he dado cuenta que lo que me sale inconscientemente -sobre todo al principio- es ir yo mismo a buscar la bayeta y limpiar todo. Es increíble el trabajo interior que tenemos que hacer como padres para aprender a confiar en las capacidades de nuestros hijos.
3/ Ahora mismo no lo recuerdo. Siempre intento no castigar, no reprochar… Seguro que alguna vez me he portado así, sin alentar ni apoyar, pero no guardo recuerdos 🙁
Recuerda otra ocasión en la que no tuviste una actitud de apoyo y aliento y responde las mismas preguntas.
-
1- Creo que tanto el controlador como el permisivo evitan enfrentarse al problema, uno no interviene directamente y el otro, aún haciéndolo, lo hace sin escuchar lo que tienen que decir los niños o alumnos. El tercero, el amable y firme a un tiempo, es el que busca soluciones de manera acctiva.
2- En los castigos lo que recuerdo es una mezcla de sentimientos: injusticia, miedo, rabia, frustración… Creo que con los castigos lo que se buscaba era la punición y cortar el comportamiento no deseado. Las acciones que llevaron al castigo no cesaron pero siempre intentaba que no me volvieran a «pillar». Desde luego que no quiero eso para mi hija, porque quiero lo contrario a lo que provocaron en mí los castigos, las cuatro R, y huebiera querido que mis padres me hubiesen escuchado más.
3- Las recompensas fueron muy escasas (recuerdo que por terminar EGB mis padres me regalaron «El Señor de los Anillos», en un solo tomo y con ilustraciones :). Mis padres eran más de «tienes que hacer esto porque lo digo yo / porque es lo que tienes que hacer», no había recompensas normalmente, como ya dije, y cuando las había eran a posteriori (por ejemplo, con la novela de Tolkien aparecieron después de haber aprobado).
-
1- Hoy me sentí: contento, desilusionado y impaciente.
2- Cuando me siento contento normalmente hago las cosas con tranquilidad, soy más tolerante en mi cerebro los pensamientos fluyen.
Cuando me desilusiono me entristezco, me enfado, intento atacar a aquel ou aquello que me ha provocado esa desilusión.
Cuando me impaciento normalmente me enfado, me frustro.3- Cuando estoy contento me gustaría permanecer en ese estado para siempre 🙂
cuando me desilusiono me gustaría conectar más con las causas de esa desilusión, no tardar en comprenderlas y así pasar página rápido para no perder tiempo con sentimientos que no me llevan a nada.
Cuando me impaciento me gustaría relajarme y ver las cosas desde una perspectiva más «slow». -
Mi carta alta sería la del estrés y el dolor y el animal la tortuga. Mi estilo sería crítica y humillación y el animal el águila.
Mi lema: «Feeling good» (toda la canción de Michael Boublé)
Ventajas: en teoría soy relajado, es fácil llevarse bien conmigo, pido poco, no me meto en la vida de los demás, soy conciliador, empático, predecible, dulce y amable… vamos, que en el clavo, pero creo que cuando estoy en «modo normal».
Desventajas: no desarrollo todo mi talento, limito mi productividad, evito el crecimiento personal… Con lo que no estoy de acuerdo, hasta ahora, que estoy empezando a reflexionar en serio en eso…
Mi carta alta puede provocar en los otros enfado, irritación, aburrimiento, impaciencia… si, definitivamente.
Posiblemente tengo que mejorar en crear rutinas, establecer metas, resolver problemas, enseñar habilidades de vida, permitir que experimenten consecuencias sin rescatar.
Es curioso, porque en teoría mi estado habitual es el águila, y no me siento identificado con las características que esta tiene pero sí con las de la tortuga, que en teoría salen cuando estoy estresado. No sé muy bien cómo interpretar esto.
-
Creo que son tulipanes. Me gusta la planta, aunque no tengo ninguna favorita, de hecho no entiendo mucho de plantas! Me gustan y punto, la especialista es mi compañera. Al observar el resto de plantas he sentido curiosidad y que todas tienen su sitio (unas en el interior, otras en el exterior). Como no entiendo de plantas, si tuviese que cuidar de los tulipanes iría como loco a leer en internet, buscar bibliografía, hablar con gente que supiese de plantas… En definitiva formarme para intentar cubrir todas sus necesidades, que es lo que creo que como padres tenemos que hacer con nuestros hijos.
-
2. De momento no hemos creado ningún espacio porque creo que la peque es demasiado pequeña pero creo que tendría que elegirlo ella o pactarlo, así como lo que contendría, normas…
3. Para mí, pasear, duchita, una infusión, un rato de yoga o meditar… Para mi pareja algo similar, por ejemplo ahora está yendo a expresión corporal.
-
2/ Elaborar una lista de las cosas que nos provocan estrés (de niños u otros adultos): cuando estoy cansado (física/psicológicamente): que no me haga caso, que esté «pasada de vueltas», que no quiera dormir. Cuando tengo prisa: que se tome su tiempo para hacer las cosas. En general: la violencia física y verbal, la falta de empatía, de educación.
3/ Elaborar una lista de cosas que nos hacen “recargar baterías”. Pasear con la perra por el parque, una ducha bien caliente (o fría si hace calor), tomar algo en una terracita, una serie/película sin interrupciones, un buen abrazo, reír…
5/ ¿Sabes lo que es el tiempo fuera? ¿Qué te parece? He leído sobre el tiempo fuera hace tiempo en el blog pero ya no me acuerdo muy bien. Creo que, resumiendo, era algo como: «me voy de este cuarto porque me dan ganas de gmnjdbcndjsihdds!! Cuando me pase vuelvo», pero no estoy seguro.
-
-
– Las formas convencionales para hacer que un niño se sienta mejor son por ejemplo el chantaje, la mentira, minimizar sus sentimientos.
– Los resultados son que el niño piensa que las cosas se consiguen coaccionando en lugar de dialogando, que la mentira es válida, que sus sentimientos no son dignos de ser escuchados y que por lo tanto no tienen importancia.
– Las formas que usa la DP son, creo, conectar, comprender sus necesidades, fomentar el diálogo, identificar las emociones y validarlas, darles autonomía, dejar que cometan errores, sentirse capaces y seguros de si mismos…
– ¿Cuáles crees que son resultados a largo plazo de este tipo de métodos? Confianza en si mismo, empatía, independencia, autoconocimiento…
-
