[mariameti]

Pff! Con este curso me estoy dando cuenta de lo mal que digo las cosas. Y no lo digo como flagelándome por la culpa, sinó que es como que se me ha abierto una gran ventana a un mundo que ni siquiera consideraba hasta el momento. Es algo tan revelador y esperanzador pero devastador al mismo tiempo! En mi casa he recibido una educación muy muy autoritaria y eso ha creado una serie de rencores que hizo que nos revelaramos de más mayores y que tengamos una forma de hablarnos muy seca entre nosotros y con el resto del mundo. Cuando empecé a salir con mi marido hace ya 16 años me hizo darme cuenta de que tenemos una forma de hablar muy «borde» aunque no tengamos la intención de hacerlo. Eso al principio nos creó unos cuantos problemas y gracias a él ya lo suavicé mucho. Pero ahora me estoy dándo tanta cuenta de como cambia decir una frase de una forma o de otra! Creo que nunca lo había visto tan claro como ahora. Es como que mi cerebro ha hecho un click y ahora no entiendo como podía no verlo así de claro.
Va a costar conseguir cambiar la manera de decirlo todo, pero mi marido está encantado solo con la perspectiva de intentarlo. Además, nos llega en una época en que estamos especialmente tensos porque tenemos un niño de 19 meses que todavía se despierta muchísimo todas las noches (cada 45min-2h) y toma muchísimo pecho aún, con lo que yo voy agotadísima y me cuesta más no destaparme, mantener la calma y expresarme suavemente. Así que ahora especialmente, estoy viendo que tengo que conseguir cambiar las cosas. La dp me vendrá muy bien con mi hijo y mis alumnos, pero también con mi pareja!

Después de este rollo que hos he metido, pues sí! La forma en que planteamos las cosas puede cambiar muchísimo el como lo recibe la otra persona (sea un niño o no) y, por tanto, la voluntad de colaboración con la que responda ante ello.

[mariameti]

Pues lo de los castigos siempre he pensado que no sirve para nada (igual sí en ese mismo momento porque el niño lo deja de hacer, pero normalmente vuelve a hacerlo después), pero también es verdad que no conocía muchos más. Mi hermana y mi cuñado utilizan mucho los cástigos y recompensas con mi ahijado y la verdad es que el niño no mejora en nada su comportamiento, al contrario. Pero siempre que pensaba en cómo lo afrontaría yo, la verdad es que no se me ocurría nada muy diferente. Por eso me puse a leer y a informarme desde el momento en que me quede embarazada, porque sentía que necesitaba más recursos.
Y de mi infancia tampoco podía sacar un gran ejemplo. Yo en general me portaba bastante bien, pero en mi casa mi padre era muy autoritario y nos pegaba si no hacíamos las cosas como él quería y cuando las quería. Y la verdad, no recuerdo haber sacado nada bueno de ello. Simplemente solía intentar que la siguiente vez no me pillasen.
De recompensas no nos daban muchas. Solo recuerdo una época en que nos daban 100 pesetas por limpiar el coche, que era algo que no nos gustaba nada hacer. Pero en general, ayudábamos en casa sin recompensas y éramos buenas estudiantes sin premios.

[mariameti]

Muchas gracias Miguel! Seguro que en los últimos temas me salen un montón de dudas más. Empezar a aplicar la DP con mi hijo me genera dudas sobre cómo hacerlo, pero con mis alumnos creo que todavía me parece más difícil. A ver si poco a poco vamos viendo la luz!

[mariameti]

Perfecto! Gracias Bei!

[mariameti]

Hola!
Comento los puntos:
1/ En los vídeos, poniéndome en la situación del adulto, he sentido el agobio, la impotencia, la irritación, el no saber qué hacer, etc. que suelo sentir en ese tipo de situaciones. Viéndolo desde fuera, he notado cómo me bloquean esos sentimientos, no dejándome pensar de forma racional y objetiva para dar una respuesta productiva o más adecuada a ese niño.
Poniéndome en el lugar del niño, he podido entender cómo se sentía, sus miedos, su necesidad de atención, etc. Me ha ayudado a empatizar más con el niño en esas situaciones.

2/ Con mi hijo (18 meses) se da muchas veces la conducta de búsqueda de atención, cuando no le estoy haciendo el caso que quiera porque estoy cocinando, hablando con alguine o lo que sea. En esos momentos me intenta apartar de lo que estoy haciendo, empujándome, quejándose, me da golpes y suele acabar piediéndome teta. Es algo que es cierto que me causa irritación, porque en ese momento siento que no me deja hacer nada de nada y que siempre quiere que esté con él. Y acaba tirando de pedir teta porque sabe que entonces es un momento solo para los dos. Aunque intento distraerlo con algo o hacer que participe de lo que estoy haciendo, suelo acabar en la mecedora dándole teta.

3/ Pues no tengo interés en ninguno de los regalos, pero si tengo que decidir, supongo de no querría:
– Crítica y humillación
– Falta de sentido y poca importancia

[mariameti]

Hola!
Tengo dudas en cómo aplicar el tiempo fuera con adolescentes en el aula:
– Por un lado, en donde poder situar el espacio de tiempo fuera. Se trata de dejarlos salir del aula o de habilitar un rincón en la misma clase para ese uso? Si pueden salir, no es difícil controlar que por ejemplo no se vayan a fumar al baño? Y si es en el aula, seguramente será el centro de atención del resto de la clase. No es difícil relajarse con el resto de compañeros pendiente de uno mismo (pensando en el alumno que hace el tiempo fuera)?
– Cómo plantear el tiempo fuera para que no se lo tomen como una excusa para no trabajar y estar perdiendo el tiempo?
– Y se marca un tiempo límite o es el que necesiten?
Gracias!

[mariameti]

Hola!
Tengo la misma duda que las compañeras. A partir de cuando podemos aplicar estos recursos. Supongo que dependerá del niño pero por tener una orientación. Mi hijo tiene 18 meses y todavía es pronto para explicarle el cerebro supongo. Pero y el tiempo fuera? Como se podría aplicar con un niño tan pequeño?
Gracias!

[mariameti]

Buenos días,

1. Estoy de acuerdo con mariloboca en que, analizando lo restos en que me enfrento día a día, me sale una lista muy larga para los relacionados con mi hijo, pero no tanto con los alumnos. Supongo que también porque en mi caso hay una gran diferencia de edad. A un niño de 17 meses le puedes estar enseñando cosas casi a cada paso que da, en cambio un alumno de 16 años no necessita ser tan guiado. Y cada uno de esos intentos de ensenyarles algo es de por sí un reto.
   Aún así, creo que en los dos casos los principales retos a los que me enfrento día a día pordrían agruparse en tres bloques:
   • Negociar cuando quieren hacer algo que no pueden hacer (dar golpes a un cristal, morder a otros niños, chatear en clase con el whatsapp en caso de los alumnos, etc.)
   • Negociar cuando tienen que hacer algo que no quieren hacer (irnos del parque, cambiar el pañal, hacer alguna actividad concreta en caso de los alumnos, etc.)
   • Gestionar emociones
2. Intento ser una mezcla entre amable y firme, aunque no siempre es fácil encontrar un buen punto medio.
3. Como positivo de ser siempre amable tendríamos el crear un buen clima, que no se cerraran en banda con sus emociones y problemas y que estén dispuestos a cooperar. Como negativo, que no hagan caso de lo que les pides de forma amable.
   Como positivo de ser siempre firme tendríamos que obedezcan y hagan lo que tu quieres en el momento y como negativo, que hagan las cosas por miedo a desobedecer y no porque diferencien lo que está bien de lo que está mal o que se reboten y no hagan caso de lo que les has dicho, con lo que entras en una situación de enfrentamiento de la que ya es difícil salir airoso.
4. Sobretodo intento evitar que las situaciones complicadas se produzcan anticipándome y, en caso de que no llegue a tiempo, intento ofrecer alternativas. En el caso de los alumnos intento tener mano izquierda, siendo firme pero flexible a la vez, negociar con ellos… aunque no siempre lo consigo.

[mariameti]

Hola a todos,

soy Míriam, tengo un niño de 17 meses y soy profesora de ciclos formativos (lo que sería la fp), así que mi motivación para hacer este curso es doble. Por un lado, a nivel familiar, a mi alrededor todo el mundo aplica la típica «educación tradicional» y es algo, que aún antes de tener a mi hijo y saber nada de disciplina positiva o de Montessori, ya me chirriava, pero tampoco conocía nada más. Con vuestro blog se me habrió un mundo de posibilidades que me encantó y con mi hijo estamos intentando aplicar montessori y movimiento libre desde el primer día. Hace unos meses leí por primera vez las palabras disciplina positiva y me gustó mucho lo que encontré. Porque ahora con mi hijo todavía es todo más o menos fácil, pero creo que me vendrá muy bien para tener más recursos a medida que crezca.
Por otro lado, a nivel profesional, sobretodo cuando trabajo con grados medios, que són los más jovenes, me pasa que me quedo con la sensación de que podría haber hecho más por ellos, pero no sé muy bien cómo. Sobretodo con los chicos más «conflictivos», que es muy fácil expulsarles y normalmente a base de expulsiones, como ya no es enseyanza obligatoria, sobre navidad ya dejan de venir a clase. Y tristemente es la política que se suele aplicar en los centros. Pero siempre encuentro muy triste no haber hecho algo más por ellos. Así que espero que este curso me ayude a tener alguna herramienta más para poder acercarme a ellos de otra forma, a enfrentarme diferente a ciertas situaciones y quizás, no sé, poderles ayudar en algo.

Muchas gracias a Bei y a Miguel Anguel por hacernos llegar todos estos conocimientos. Al menos por lo que hemos podido comprobar hasta ahora con mi hijo, estamos tan contentos de haber descubierto a Montessori y a Pikler! Espero poder quedarme con el mismo sabor de boca con la disciplina positiva.

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