En la lección de hoy hablaremos sobre uno de los planteamientos más interesantes de la filosofía Montessori: los cuatro planos del desarrollo.

Las tendencias humanas ayudan al niño a construirse a sí mismo, a aprender sobre su entorno, cómo funciona y qué contiene, pero debemos situarlas en un contexto determinado: los cuatro planos del desarrollo, que no son más que cada una de las fases por las que pasa un niño para poder construirse.

Es por ello que constituyen uno de los planteamientos más interesantes de la filosofía Montessori, puesto que ponen en perspectiva cuál es el trabajo del niño en cada momento. Las tendencias permanecen más o menos constantes pero varían según la fase (plano). Estos cuatro planos constituyen un novedoso planteamiento que generó María Montessori unos años antes de su muerte, y en el que queda patente que para ella lo más importante en la educación de un niño son los primeros años de su vida, de los 0 a los 6 años y, más concretamente, la primera etapa hasta los 3 años.

Según este planteamiento, el niño pasaría del nacimiento hasta la vida adulta gracias a cuatro periodos distintos, cuatro planos del desarrollo donde cada uno difiere del anterior, pero todos forman parte de un proceso indivisible, es más, no completar uno de los planos «adecuadamente» podría tener graves consecuencias para los posteriores. Es muy importante no dejar de lado ninguna de las necesidades de desarrollo del niño en cada momento. Por suerte, los seres humanos somos resilientes y conviene recordar que cada niño lleva su propio ritmo de desarrollo y que el cambio de un plano a otro no tiene que coincidir con la fecha de cumpleaños, incluso pueden estar caminando entre dos planos diferentes durante un tiempo.

Así las cosas, en una Escuela Montessori existe continuidad entre las distintas etapas educativas, es decir, existe Comunidad Infantil de 1,5 a 3 años, Casa de Niños de 3 a 6 años y Taller de 6 a 9 y de 9 a 12 años, pero son los niños los que pasarán de nivel, de salón, cuando se encuentren preparados. Esta progresión dependerá de las necesidades, intereses y madurez emocional del niño para enfrentarse a la educación cósmica, y no serán una ley educativa, la decisión de los padres o la fecha de su cumpleaños los factores que lo decidan.

María Montessori se sirvió de dos esquemas para explicar los cuatro planos del desarrollo: el primero era más geométrico y abstracto y el segundo más concreto y orgánico. No pueden ser más distintos, pero se complementan perfectamente. Las imágenes son de NAMTA.

Primer esquema: El ritmo constructivo de la vida.

cuatro planos desarrollo montessori

María Montessori consideraba que el crecimiento no se daba en forma lineal, sino que se produce en una serie de fases con altibajos que marcan el ritmo al que se construye el hombre, una serie de metamorfosis por las que el niño renace hasta convertirse en un hombre adulto. En cada periodo se produce un aumento progresivo de las sensibilidades para luego decrecer hasta dar lugar a una nueva fase de desarrollo.

Cada fase está dividida en 6 años (cada uno de los años del niño en dicho periodo) y cuenta con una línea de progresión y una de regresión que forman un triángulo, en cuyo vértice se produce un punto de inflexión. Hasta ese punto se produce un aumento progresivo de las sensibilidades, y a partir de este comienza a decrecer, hasta que finaliza y da lugar a una nueva fase de desarrollo.

Para María Montessori era pues crucial la importancia de los periodos sensibles, que pueden variar de una fase a otra y siguen siempre el mismo patrón: aumentan, llegan a un máximo y disminuyen, para dar lugar a nuevas sensibilidades.

Los triángulos tienen distinto color por un motivo claro: cada plano del desarrollo difiere del anterior, los rojos corresponden a periodos creativos y los azules a periodos de calma.

En el primer y tercer plano se pueden ver perfectamente definidos los subplanos. Por ejemplo, en el primer plano el mayor desarrollo sucederá durante los primeros tres años, mientras que en el segundo subplano (los siguientes tres años) se consolidarán los cambios que han acaecido en la primera fase. Exactamente igual pasa con el tercer plano: la adolescencia. Sin embargo, el segundo y cuarto plano tienen una subdivisión mucho más sutil, menos dramática.

La infancia y la adolescencia son los periodos de creación (en rojo), donde se producen más cambios; siendo la niñez y la madurez los periodos de desarrollo (en azul), que gozan de más estabilidad, al desarrollarse las habilidades de la etapa anterior. Todo este esquema está marcado por la finalidad de la naturaleza: que el niño se construya a sí mismo como hombre.

En todo caso, nuestro objetivo como padres debe ser facilitar a nuestros hijos un ambiente preparado en el que puedan desarrollarse según el plano en el que estén trabajando, evitando los obstáculos que puedan perjudicarles (NO se trata de eliminar toda frustración sino, por ejemplo, poner una banqueta para que puedan acceder solos al lavabo) y enfocándonos en completar las tendencias humanas del momento en el que estén sin centrarnos tanto en programaciones y contenidos académicos.

Por otro lado, en la parte inferior de la imagen tenéis un gráfico de causalidad en gris. Mientras en el gráfico de los cuatro planos se ve un desarrollo orgánico, el gráfico de causalidad muestra cómo se administran los contenidos en el sistema educativo: aumentan progresivamente, sin tener en cuenta la naturaleza de los niños y jóvenes ni sus periodos sensibles y necesidades. Asimismo, el aprendizaje se produce por causa (profesor) y efecto (alumno), mientras que en el aprendizaje según María Montessori se persigue la finalidad que la naturaleza tiene preparada. Realmente es algo para meditar cuando pensamos en nuestras tasas de fracaso escolar.

Segundo esquema: El bulbo

Al diferencia del primer esquema en el que simplemente se introducía el concepto del ritmo del desarrollo, en este se puede ver la gran importancia que María Montessori otorgaba a la infancia, especialmente al periodo de 0 a 3 años, el embrión espiritual, que veremos más adelante. La adolescencia, también en color rojo, es un periodo de muchos cambios, pero no goza de la importancia del primero. La niñez y la madurez, en verde, son momentos tranquilos.

Destaca también la flecha ascendente de la finalidad, que nos indica que el desarrollo los primeros años es vertiginoso y que poco a poco va estabilizándose hasta llegar a ser una línea discontinua en la última fase de la madurez (21-24 años).

En la parte inferior del esquema relaciona cada uno de los periodos con un sistema de educación (tradicional y alternativos), que no podía ser usado indistintamente en cada una de las etapas, al contrario del Método Montessori, que constituye un sistema de educación integral.

 

ESPECIFICACIONES POR PLANOS DE DESARROLLO:

  • NIÑEZ
    • Primer plano: Infancia
    • Segundo plano: Niñez
  • ADULTEZ
    • Tercer plano: Adolescencia
    • Cuarto plano: Madurez

NIÑEZ

Primer plano: Infancia

Este plano es el que siempre relacionamos con la mente absorbente. Gracias a las necesidades del niño en este momento (movimiento, uso de la mano y los sentidos, y el lenguaje) puede absorber e interiorizar todas las características de su ambiente. En el primer periodo todo se asimila de manera inconsciente y en el segundo periodo/subplano toda esta información se vuelve consciente para el niño. Es un momento clave en el desarrollo porque es lo que va a permitir su adaptación a la familia y, por ende, al grupo cultural al que pertenece. Si ofrecemos al niño un entorno pleno que permita el desarrollo de sus tendencias y periodos sensibles y somos una guía, unos padres conectados, el niño terminará este plano de desarrollo con autodisciplina y voluntad y también lenguaje, memoria y movimientos refinados.

Los niños en esta etapa son activamente espontáneos. Es curioso notar que mientras están ocupados en una actividad práctica, no sólo sus movimientos sino que también su inteligencia se desarrollan enormemente; aprenden cosas que eran consideradas más allá de las posibilidades de su edad. Mientras más experimentamos, más nos damos cuenta de que el niño de pequeño puede aprender cosas que se pensaban posibles sólo para niños más grandes.
María Montessori

Los cuatro planos del desarrollo (Lectura en Edimburgo, 1938)

Segundo plano: Niñez

En este segundo plano del desarrollo, el niño, mediante la imaginación y el pensamiento racional, logrará explicarse el mundo que le rodea. Ahora ya no necesita tanto lo concreto, puesto que ya ha adquirido el pensamiento abstracto, por lo que le podemos ofrecer todo el Universo mediante pequeñas fábulas, las grandes lecciones, junto con materiales de apoyo para que pueda descubrir los misterios de la naturaleza y cuál es nuestro lugar cósmico en el Universo. Ahora, emocionalmente, está preparado.

No es suficiente proveer al niño del material para trabajar en la escuela. Demanda ir afuera, al mundo. Más allá del material, la escuela debería proveer guías para que los niños puedan ir y encontrar el material por sí solos. Hemos proveído la escuela y el material; no son suficientes, necesita explorar el mundo físico y social.
María Montessori

Los cuatro planos del desarrollo (Lectura en Edimburgo, 1938)

ADULTEZ

Tercer plano: Adolescencia

Según el planteamiento de la Dra. Montessori, es el momento en el que el joven adolescente buscará cuál es su vocación, logrará descubrir cuál es su tarea cósmica y de qué forma puede servir a la humanidad. Es por ello que quizás su rendimiento académico sea inferior, porque su mente está en otro lugar.

La pubertad, al igual que los tres primeros años de vida (he ahí otro paralelismo), necesita de gran contención emocional, que es algo que suele fallar bastante tanto en institutos como en hogares, pero es realmente su gran necesidad, igual que la de un bebé era el movimiento. De esta forma, el planteamiento de Maria Montessori en esta etapa era puramente práctico, similar a una formación profesional, y proponía que los chicos vivieran en una granja en la que pudieran desarrollar sus proyectos en común y ser autosuficientes. Orientar sus estudios e investigaciones a la función social, como son economía, filosofía y ciencia, así como actividades culturales y sociales sería lo ideal para este plano de desarrollo. Realmente los niños de esta edad quieren contribuir, aportar valor a la sociedad, y al igual que cuando eran pequeños les ofrecíamos la banqueta, en este etapa debemos apoyarles y acompañarles para que encuentren su sitio. Las labores de voluntariado pueden ser ideales para esto.

Cuarto plano: Madurez

En este plano el niño termina por fin su desarrollo y se convierte en un hombre (o una niña en una mujer), plenos de derechos y obligaciones, con gran capacidad y ganas de trabajar y formar parte de la sociedad. Si el resto de los planos se han desarrollado adecuadamente, habrá logrado desarrollar todo su potencial y estará listo para servir a la humanidad con la tarea cósmica que haya elegido.

Las bases de la reforma educativa y social, necesaria en nuestros días, se deben levantar sobre el estudio científico del hombre desconocido.

 

María Montessori

La formación del hombre

cuatro planos desarrollo

Hace más de 50 años que Maria Montessori plasmó sus teorías sobre la importancia de cuidar la infancia de los niños, pero hoy día todavía hay personas que creen que la educación empieza en la universidad. El único momento en el que podemos influir de alguna forma en nuestros hijos es en esta etapa, cuando su mente es absorbente y asimila nuestros valores como propios, porque lo único que les importa es el ejemplo que les ofrecemos nosotros. Si queremos jóvenes interesados por la ciencia, la historia o el arte, el momento de ofrecérselo es en la infancia, de lo contrario puede que ya no quieran saber nada de ello en la adolescencia.

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Ya os he citado más veces esta frase:

Siembra en los niños ideas buenas, aunque no las entiendan… los años se encargarán de descifrarlas en su entendimiento y de hacerlas florecer en su corazón.
María Montessori

¿Qué vais a sembrar hoy en estos adultos del mañana?

TAREAS

1/ Reflexionar sobre la comparación de los cuatro planos del desarrollo y la escuela tradicional (cómo está dividida y segmentada en periodos educativos: infantil, primaria, secundaria, universidad/ciclos formativos). ¿Qué os parece?

2/ Si tenéis tiempo, creo que puede ser positivo para vosotros la elaboración de un glosario, en el que podéis incluir los siguientes conceptos: Cuatro planos del desarrollo, Embrión Espiritual y Embrión Social.

3/ Me gustaría que pensarais en este fósil, es uno de los primeros homo sapiens que pisó la faz de la tierra, e intentéis imaginar cómo fue su infancia.

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Resumen de la lección:

  • Los cuatro planos del desarrollo Montessori son infancia, niñez, adolescencia y madurez.
  • Los mayores cambios se producen en el primer y tercer plano, los planos dos y cuatros son de mayor calma.
  • Lo que más influye en el niño a la hora de construir su personalidad es lo que sucede en el primer plano del desarrollo, especialmente en los primeros tres años.
  • El sistema educativo no se adapta a las necesidades planteadas por la Dra. Montessori en sus esquemas sobre los planos del desarrollo.