Hola!
Yo creo que firmeza y amabilidad son positivos cuando van de la mano.
Únicamente amabilidad puede ser genial al principio donde hay espontaneidad y mucha flexibilidad, colaboración, confianza… pero habría riesgo de terminar en libertinaje, falta de rutinas o de orden (en el buen sentido).
Únicamente firmeza supondría autoridad y falta de Libertad, autonomía y confianza en los niños.
Así que lo idóneo es un balance de las dos pero dentro del cuadrante correcto 🙂
Buen día a todos!