patribc

Respuestas de foro creadas

Mostrando 18 respuestas a los debates
  • Autor
    Entradas
    • #48789
      patribc
      Participante

      Yo tengo una duda respecto al tema de premios, castigos, consecuencias y límites.

      Miguel en uno de los vídeos puso un ejemplo algo así (creo recordar): se le decía al niño que si terminaba los deberes iban al cine, y si no los terminaba (porque no quería), al final no iban al cine y ambos salían «perjudicados».

      Pongo en situación, y sería algo similar.

      Si, por ejemplo, una tarde me apetece llevarlas a un parque o a quedar con unos amigos. Se lo digo: chicas, ¿os apetece ir luego a…? Obviamente dicen ¡si! PERO mi «condición» (lo que sería mi límite) es que antes de irnos dejemos la casa recogida de juguetes porque luego llegaremos tarde, a la hora de la cena, y ya no daría tiempo a recoger y la casa (al menos las zonas comunes) tienen que quedar recogidas de un día para otro (es un límite de nuestra casa).

      Se lo digo, y con anterioridad y ellas dicen: ok. Además les informo a qué hora (aprox.) tendríamos que salir para que nos de tiempo a estar un rato con los amigos y no se nos haga muy tarde.

      Hasta aquí todo bien. Todas de acuerdo, todas dicen que lo entienden.

      PERO llega la hora de irnos y nada. Ni recogen. O se pelean, se gritan… El caso es que hay «mal rollito» y a mí me han puesto tan nerviosa y me siento tan frustrada porque no cumplan los acuerdos que se me quitan las ganas de ir a ningún sitio.

      Aquí mi pregunta.
      Si digo que ya no vamos a ningún sitio porque no han cumplido los acuerdos y a mí se me han quitado las ganas, ¿sería un castigo? ¿Consecuencia lógica?… porque entiendo que hacer algo (en este caso ir al parque o a ver a los amigos) obligada porque lo dije en su momento, sería una falta de respeto hacia mí misma, no? Además, si vamos a pesar de que no cumplen los acuerdos, ¿no estaría siendo excesivamente amable?.

      El no ir, para mí, no sería un castigo porque no lo digo para «fastidiarlas». Me explico, no? Lo haría porque realmente se me quitaron las ganas y ya no me apetece ir por ahí.

      La verdad es que a veces me cuesta ver la diferencia entre un límite y un castigo. Porque para mí puede ser un límite claro pero ellas lo pueden interpretar como un castigo.

    • #47525
      patribc
      Participante

      Hola, buenos días!

      Allá vamos con nuestros mayores retos diarios, que no son todos 🙂

      1. Retos diarios, ordenados según el estrés que nos genera y los que más nos cuestan (a los papás)

      La hora de irse a la cama
      Es el peor momento del día o, al menos, el que vivimos peor y gestionamos peor.
      Yo estoy todas las tardes con ellas y el papá generalmente no, trabaja todas las tardes.
      El caso es que los dos llegamos tan ya agotados al final del día (él de currar y yo de que me vuelvan loca toda la tarde) y solo tenemos ganas de sentarnos juntos, estar tranquilos, charlar entre nosotros (que no nos vemos casi entre diario). Necesitamos ese rato de adultos y de tranquilidad, pero ellas (obviamente) no lo entienden y no hay manera de que se quieran ir a la cama. Así que siempre acabamos con prisas, enfadados y no nos gusta nada terminar así el día. Hemos probado muchas cosas pero nada funciona 🙁

      Peleas (e insultos) entre hermanas.
      Otro tema que no conseguimos gestionar bien y nos estresa (y frustra) bastante. Sobre todo lo llevamos peor con la mayor, que es la que mete más caña a sus hermanas pequeñas. Sé que mucho de su comportamiento es por una meta equivocada, por lo que me hace sentir a mí, pero no consigo redirigirla y ayudarla a sentirse mejor.

      Lavarse los dientes.
      Otra lucha diaria, con las pequeñas (6 años). Este tema estresa mucho más al papá que a mí, pero es verdad que es un momento de conflicto diario porque nunca quieren y cuando lo hacen, lo hacen mal y rápido. La única forma sería lavárselos nosotros pero no creemos que esa sea la solución, porque no es una vez puntual, sería todos los días y todas horas y tienen edad para poder hacerlo ellas perfectamente. De hecho, saben hacerlo pero como «se aburren» y no les gusta hacerlo, no quieren.

      Recoger
      Otro reto diario, que seguro compartís la mayoría 🙂

      2. ¿Firmes o amables?

      Normalmente intento ser firme y amable al mismo tiempo. Es una frase que la tengo grabada e intento aplicarla siempre. Pero reconozco que, a veces, hay situaciones que me superan o me destapo y termino siendo firme pero no tan amable.
      Por cómo me criaron a mí y lo que veo de mi madre, de cómo actúa con mis hijas y cómo recuerdo que actuaba conmigo y mi hermano, yo tiendo a ser más firme (pero de forma amable) que amable solo. Obviamente depende de lo que sea, porque intento ser flexible y razonable. Pero nunca me gustó el hecho de que cuando se dice una cosa en plan firme, no se cumpla luego. Creo que esto no es nada beneficioso para los niños, ni para nosotros. Ese ir pasando de la firmeza a la amabilidad, cuando a uno le conviene o ve que los niños se frustran. Yo procuro siempre cumplir lo que digo, y luego intento estar acompañando la frustración o el enfado (si es el caso).
      Aunque reconozco que no siempre lo hago bien, o todo lo bien que debería.

      3.
      Positivos de Amable
      Los niños se sienten bien porque hacen lo que quieren. Menor frustración y enfado por su parte.

      Negativos de Amable
      Para los adultos, que pierden un poco de control de la situación y puede haber más desorden, más caos a nivel casa y familiar.
      Más complicado que niños aprenden a gestionar su frustración o enfado, o a entender y respetar límites.
      Mayor frustración y enfado en los adultos, cuando se rompe algún límite que ellos pondrían o cuando hay falta de respecto por parte del niño o incluso del adulto a sí mismo.

      Positivos de Firmeza
      Mayor orden en casa. Comportamientos más predecibles. Se sabe en todo momento qué hay que hacer.
      Más tranquilidad en los adultos, que pueden sentirse más seguros con el control de la situación.

      Negativos de Firmeza
      En muchas ocasiones, falta de respecto hacia los niños y hacia sus necesidades.
      Falta de colaboración, de trabajo en equipo. Poca conexión y diálogo entre adultos y niños.
      Posibilidad de falta de autoestima en los niños.
      Podría surgir el miedo hacia el adulto, que hagan las cosas más por temor a las represalias que porque crean que es lo que hay que hacer.
      Falta de entendimiento (y colaboración) en los límites, por parte de los niños.

      4. Herramientas que hemos usado

      Reconozco que hemos usado muchas pero ninguna de forma muy constante, por lo que no hemos podido comprobar bien cuál funciona mejor o peor.

      – Rueda de opciones
      La tenemos para momentos de enfado, estrés, … de las peques, pero no la utilizan mucho.

      – Tiempo fuera positivo
      No nos funciona. Ni para ellas, ni para mí.
      Cuando soy yo la que lo necesito, porque es un momento de estrés y empiezo a notar que me estoy encendiendo y voy a estallar, intento tomármelo para así tranquilizarme y poder gestionar la situación mejor. Pero me resulta imposible porque las peques me siguen y no me dejan sola para que me tranquilice. Y que me persigan, me llamen, me lloren, mientras yo estoy intentando tranquilizarme no me ayuda nada, al revés, me sigue encendiendo más.
      Y cuando son ellas las que podrían necesitarlo, tampoco quieren. Creo que sienten que las estamos echando, para que estén solas. Como una especie de castigo. Por más que le explico que no, que solo se lo sugiero para que puedan tranquilizarse y sentirse mejor. Pero no quieren.

      – Reuniones de familia
      Las hemos intentado alguna vez, pero no conseguimos que sean algo prioritario y que sirva para algo. Sé que aquí yo tengo mucha responsabilidad, porque soy la que siempre tira del carro en todas estas cosas y, en el caso de las reuniones de familia, no lo hago. Es mi prioridad y sé que puede ser la «salvación» para muchos de nuestros problemas.

      – Consecuencias lógicas
      Aunque reconozco que a veces son «castigos» camuflados. En situaciones que se nos van de las manos, o no sabemos gestionar correctamente, o simplemente estamos tan agotados que nos dejamos llevar.

      Seguro que hemos usado más herramientas, pero estas son las que primero se me vienen a la cabeza.

      ¡Menuda chapa os he soltado! jeje

      Un saludo

    • #47266
      patribc
      Participante

      ¡Hola a todas!
      Soy Patricia, mamá de 3 niñas. La mayor tiene 9 y las otras dos (mellizas) tienen 6 años.

      Hice este curso hace varios años, me gustó mucho y me hizo ver las cosas de otra forma, pero reconozco que en ese momento no le saqué todo el partido que podría haberle sacado y no llegamos a interiorizar bien la disciplina positiva en casa.

      Tengo fé ciega en la Disciplina positiva y sé que es justo lo que necesitamos como familia, para mejorar nuestra dinámica familiar y de pareja, pero nos cuesta horrores ponerla en práctica en según que situaciones, sobre todo a mi pareja. Y eso es fuente continua de conflictos.

      Como todos los años, a principios de año me puse mis própositos para el 2022 y el número 1 a nivel personal/familiar era integrar (de una vez por todas!) la Disciplina positiva en casa. Estamos casi en junio y seguimos igual 🙁

      Me propuse releer el libro de Jane Nelsen y el curso de Bei, pero cuando vi que lanzaba de nuevo la edición intensiva no lo dude. Creo que es el empuje y el apoyo que necesitamos para volver a intentar cambiar todas esas cosas que no funcionan y que sabemos que nosotros, los adultos, no hacemos bien y deberíamos modificar en nuestro comportamiento por el bien de las niñas y de la familia al completo.

      Deseo de corazón que entre todas consigamos eso por lo que nos hemos apuntado al curso.

      Prometo estar muy activa por el foro! Que esa parte es un tesoro y la última vez la desaproveché.

      Un beso a todas y nos vemos por aquí!

      Patricia.

    • #31345
      patribc
      Participante

      Hola Bei y demás compis, por nosotros también genial, vamos súuuuuper retrasados 🙁

      Pensábamos ponernos a hacer un maratón de videos este viernes y aun nos falta ver la grabación de la última reunión a la que no pudimos asistir.

      Es un curso muy intenso a muchos niveles y me parece una opción estupenda lo de hacer un mini break para ponerse al día o trabajar en aspectos que aun nos cuesten.

      Gracias estar tan pendientes!

      Un besote

    • #30234
      patribc
      Participante

      Hola, me llamo Patricia. Tengo 3 hijas (dos de 5 y la mayor va a hacer 8 en breve).

      También hice el curso de Educar en positivo y me encantó, aprendí mucho y, aunque reconozco que nos está costando poner en práctica lo aprendido, me gustaría seguir profundizando en estos temas y más si es relativo a la pareja que es nuestro talón de Aquiles actualmente.

      Cuando vi este curso se lo enseñé a mi marido y le pregunté si quería que lo hiciéramos juntos, me dijo que sí y por eso me apunté. Pero bueno, independientemente de que él finalmente se una al carro, yo estoy deseando empezarlo 🙂

      Un saludo a todas/os y en especial a Bei y Miguel.

      Nos seguimos leyendo por aquí!

      Un abrazo.

    • #16097
      patribc
      Participante

      @BeiMontessorizate La entrevista ya no está disponible? 🙁 Me sale el mini curso de Montessori pero juraría que la otra vez que entré me salía una entrevista que te hicieron. Era bastante larga y no pude verla en su momento y ahora no la encuentro…

    • #16096
      patribc
      Participante

      @BeiMontessorizate sí la vi, lo comentaba arriba, que me sentí demasiado hacia el lado de la primera mamá 🙁 Aun tengo pendiente ver la entrevista!

    • #16062
      patribc
      Participante

      Sí, un grupo para seguir en contacto sería genial!! Nosotros vamos a empezar de nuevo a releer todo y practicar las herramientas porque no hemos podido dedicarle todo el tiempo que nos hubiera gustado 🙁

    • #16061
      patribc
      Participante

      @sandrac Gracias por las aportaciones!! Justo este tema es uno de los que quería preguntar porque en mi casa pasa lo mismo. La mayor 6 años y dos de 3 y están todo el día igual. Es un poco desesperante. Sobre todo cuando hay «violencia» de por medio (empujones, quitar bruscamente, insultos…). En esos caso entiendo que tengo que intervenir ¿no?
      Empezaré a practicar todas estas cosas a ver que tal funcionan 🙂

    • #16059
      patribc
      Participante

      Hola! Un poco tarde pero este es un tema que nos interesa y afecta mucho y no puedo dejar escribir por aquí 🙂

      Yo soy la mayor de dos hermanos (es niño y 2 años menor) y yo sí nos veo muy así.
      Yo siempre fue la «perfecta», la responsable, la buena, la estudiosa, la que quería hacer todo bien… y mi hermano el «desastre», el irresponsable, el mal estudiante, el que hacía más trastadas y pasaba un poco de todo pero al que luego rescataban siempre y lo siguen haciendo (sobre todo mi madre)…
      Nunca nos hemos llevado bien, la verdad, somos muy muy diferentes y creo que no ha ayudado nada el cómo nos han tratado nuestros padres. Ellos dicen que nos «educaron» igual a ambos pero, por un lado, siendo tan diferentes creo que podrían haber adaptado la crianza a nuestra personalidad y (ahora que lo sé) a nuestro orden de nacimiento.
      Mi madre siempre me dice que no llevé nada bien la llegada de mi hermano, que lo pasé muy mal y que es por eso que no nos llevamos bien… yo creo que, aunque algo afectaría, es más porque somos polos opuestos y es difícil…

      En cuanto a mis hijas. Tengo 3, una mayor de 6 años recién cumplidos y las otras 2 mellizas de 3 años.
      Con la mayor lo tengo claro (todo lo que se cuenta en la lección se cumple) pero con las otras dos no tanto. Siendo mellizas, serían como dos pequeñas? o una adoptaría el papel de la mediana y la otra la de la pequeña?? Yo me inclino más por esto segundo.

      Pero la situación que tenemos es un poco complicada…

      De entre las dos mellizas hay una que siempre ha sido súper precoz y podría ser, además de una persona altamente sensible, de altas capacidades. En muchas cosas se parece mucho a mi mayor (en intensidad, en razonamientos, …) y esto es fuente de conflicto muchas veces. Ésta («mediana») tiene una pasión loca y admiración por su hermana mayor y le sigue mucho el juego, hace lo que le diga, la imita… pero también es firme, segura y decidida y si no quiere algo lo expresa claramente. Además es muy razonable y responsable. Mi percepción es que mi mayor le encanta jugar con ella porque es como «la mayor» de las dos pequeñas pero al mismo tiempo la siente un poco rival y le fastidia que la trate como ella la trata a ella. Ejemplo tonto, la mayor la chincha sacándole la lengua, pues ella unos días después ha aprendido que así se molesta a alguien y se lo hace y claro, a la mayor le fastidia horrores que se lo haga su hermana pequeña. Muchas veces me viene (la mayor) y me dice que no quiere a esta hermana, que solo quiere a la otra (la que pasa de todo), y a mi me duele mucho porque sé que no es verdad, que es «rabia» porque es muy como ella y no le gusta que sea así, que la rete. Es complicado y no sé muy bien cómo hacérselo ver. Se lo explico, le pongo ejemplos, llamo a su empatía, pero no siempre funciona 🙁
      En cuanto a la otra, la «pequeña», efectivamente ha asumido el rol de la pequeña, la que dice que no puede hacerlo para que le ayuden, para que le hagan caso, pero al mismo tiempo es la más independiente, va a su bola y hace lo que quiere y cuando quiere. Es como que quiere ser invisible a veces, pero no lo es, yo no le pierdo ojo que es un trastillo jejeje. Con esta sé que tenemos que trabajar mucho lo de alentarla, hacerle sentir que puede, … aunque creo que es más para llamar la atención que porque se sienta incapaz. Luego al tener a su hermana melliza, tiene una relación súper especial con ella, se llevan fenomenal y también va un poco a su ritmo, como a remolque.

      En cuanto a la dinámica, uf, tristemente me he sentido muy en el lado de la primera mamá 🙁 Algunas de sus frases nos han sonado tan familiares… Cuesta mucho no tomar partido, estamos tan acostumbrados a eso, aunque sé que no está bien ni es sano para nadie. La hermana que hablaba se sentía mal por razones obvias pero la otra también porque en el fondo no le gusta que traten así a su hermana. Creo que en estos casos surge naturalmente la empatía y se sienten mal por su hermana.

      El caso es que cuando los hermanos se llevan tantos años (3 en nuestro caso) creo que es más complicado no tomar partido, no intervenir, cuando se pelean. En nuestro caso, la mayoría de las veces la disputa la genera la mayor y (según yo) por «abuso de poder»: mi hermana tiene algo que yo quiero y como soy mayor voy y se lo quito, cosas así. Pelusa. Sentimiento de soy primero. Me aburro y molesto. Mis hermanas se divierte sin mi y yo voy a fastidiar… ¿Qué se les pasará por la cabeza? Y claro, en ese caso viene la pequeña llorando a mi para decírmelo y que haga algo. Es un poco estresante, la verdad. Normalmente en casos así hay «violencia» en el sentido de quitárselo bruscamente, empujar, etc. y yo siempre intervengo. Pero es verdad que no sé muy bien como actuar y a veces cambio. Unas veces tomo partido y, por ejemplo, se lo quito a la mayor y se lo doy a la pequeña, pero otras, como no quiero tomar partido por una parte porque no sé qué ha pasado realmente, se lo cojo a las dos y les digo que si no son capaces de compartirlo o hacer turnos o lo que sea, no pueden tenerlo. ¿Qué es lo mejor? ¿lo correcto? Todas estas situaciones me generan miles de dudas…

      Lo mismo con insultos. Si una le dice tonta a la otra y yo lo oigo, ¿qué hago?, ¿le recrimino? Normalmente le digo que no se insulta a nadie, que hay que hablar con respeto, pero ya estoy otra vez interviniendo. Ahora que lo pienso, creo que intervengo el 90% de las veces, qué horror jejeje. Unas veces porque vienen a pedírmelo y otras porque no me aguanto.

      Lo que sí es verdad es que poco a poco estoy interiorizando todas estas herramientas y directrices de la DP e intento pasarles a ellas el testigo para que arreglen el problema. Si una viene a decirme, mamá, mi hermana me ha dicho tonta, o me ha empujado… le pregunto que si le ha dicho que eso no le gusta, que no se lo haga, y que si no lo ha hecho que vaya a decírselo.

      Por si a alguien le interesa. En muchos conflictos de este tipo, nos está ayudando mucho el libro «De mayor quiero ser feliz…». Sus cuentos son increíbles y se les quedan grabados en la memoria. El de las palabras positivas es genial. Cada vez que una dice algo feo a otra, todas le decimos, tú mochila se va a llenar de piedras y en seguida repara el error porque quiere su mochila llena de pompas. O el de quererse a sí mismo, con el moco verde que se le cae a uno en la cabeza cuando hace caso a alguien que dice algo feo de uno. Son geniales. Totalmente recomendable.

      Bueno, menuda chapa os he dado. Estaré feliz de leer vuestras historias y comentarios de este tema tan complicado y apasionante 🙂

    • #16029
      patribc
      Participante

      Yo soy muy de «muy bien» y estoy poco a poco cambiándolo. Mi marido sin embargo es más de no decir nada y sonreír o decir un sonido en plan: «aha, umm» y a mi me ponía nerviosa porque no decía nada, y ahora veo que lo hacía mejor que yo jejeje

      Mi hija la mayor (6) también busca mucho la aprobación y aunque antes no le daba tanta importancia ahora ya sí y quiero que poco a poco se le vaya quitando esa necesidad y que haga las cosas por ella misma, no por los demás. Sobre todo lo hace con sus dibujos o manualidades. Le encanta pintar e inventarse manualidad y la verdad es que lo hace realmente genial pero a veces veo que se esfuerza poco, o se cansa y deja las cosas a medias y aun así me sigue preguntando «te gusta?». Yo lo que hago es decirle la verdad (que pienso que le ha dedicado poco tiempo, o que lo veo sin terminar, o cosas así) o preguntarle directamente si le gusta a ella, que eso es lo importante. Pero vamos, tenemos mucho trabajo ambas en este sentido…

      En cuanto a los errores. Es verdad que yo no les doy mucha importancia y los veo como algo inevitable y de lo que se aprende (al menos el 90% del tiempo) pero no siento que se lo estemos transmitiendo bien. No tienen miedo a equivocarse, no sienten que las vayamos a recriminar ni nada del estilo, pero tampoco los ven como oportunidades de aprendizaje. La mayor al menos es muy perfeccionista y evita mucho el equivocarse, se frustra mucho si algo no le sale o lo hace mal y no lo ve como parte del aprendizaje. A seguir trabajando!!

    • #16026
      patribc
      Participante

      En este aspecto a veces soy un poco «contradictoria» o eso pienso ahora tras releer el tema y vuestros comentarios… En según qué aspectos les doy mucha autonomía, les dejo elegir, confío en ellas y no intervengo (por ejemplo en cómo vestirse), … pero en otras no, soy mucho más «mandona», no lo puedo remediar. Supongo que depende de si es algo importante muy para mi o que choca con mi forma de ser, con mis principios o valores. Cuando es así intento hacérselo saber para que vean la diferencia. Aun así, sé que tengo mucho que trabajar para ser y actuar como me gustaría…

      Lo que no termino de ver tan claro (y aquí me diréis que soy la rarita del grupo jeje) es lo de «modelemos con el sí…». Será que estoy tan acostumbrada o lo tengo tan interiorizado (o por mi forma de ser) que veo más claro que me digan lo que NO puedo hacer y así elijo lo que hacer entre otras posibles opciones, que que me digan lo que SÍ puedo hacer. Es como que lo veo más limitado, más «orden». En el ejemplo del saltar en el sofá, decir «NO saltes en el sofá» como que lo veo más claro, es un límite o norma y puedo hacer otra cosa menos eso, sin embargo que me digan «Salta en el suelo» lo entiendo como más dirigido, más como una orden, una opción más limitada…

      Y por último, lo que me gustaría trabajar mucho más son las preguntas de curiosidad, creo que son súper útiles y les ayudan a ganar en autonomía y toma de decisiones pero aun no me salen en según qué momentos. Supongo que las prisas que siempre llevamos no ayudan 🙁

    • #16018
      patribc
      Participante

      Lo de las consecuencias lógicas nos trae un poco locos a mi marido y a mi. No coincidimos muchas veces en sí es una consecuencia lógica o no, tenemos como diferentes criterios así que debe ser que no las estamos entendiendo bien alguno de nosotros 🙂
      Yo intento ligarlas a acuerdos previos, normas de la casa, etc. para que no parezca que me las estoy sacando de la manga pero no sé si lo estoy haciendo del todo bien. Nos queda mucha práctica 🙂
      Lo de rescatar/intervenir en conflictos entre las hermanas lo llevamos aun peor. Nos cuesta un montón mantenernos al margen y más cuando el conflicto es entre la mayor y alguna de las pequeñas (se llevan casi 3 años). Es verdad que poco a poco vamos siendo como más neutrales y les instamos a que se digan entre ellas lo que no les ha gustado, que lo intenten resolver solas, … pero aun les cuesta (y nos cuesta). Seguiremos trabajando 🙂

    • #16017
      patribc
      Participante

      Hola! Aunque ya voy un poco tarde con este tema, lo estoy releyendo y me vuelve a surgir una dudilla con respecto a lo del «Yo…». Creo que es vital que los niños entiendan y demuestren sus propios sentimientos y qué mejor que con el ejemplo, pero según qué caso/ejemplo, no puede llegar a ser un poco manipulativo?? en el caso de recoger, por ejemplo, si les decimos «Yo me siento muy triste cuando veo todo tan desordenado» no les estamos haciendo un medio chantaje = ellos no quieren ver a mamá triste, por eso recogen?
      No sé, a veces lo siento así, como que podemos usar esta herramienta para manipularles y que hagan lo que queremos, apelando a sus sentimientos… Lo veo como una arma de doble filo… No sé…

    • #16016
      patribc
      Participante

      Hola @lauragonzaloesteve, he estado bastante desconectada y leo ahora tu caso, pero mejor tarde que nunca 🙂
      El caso es que yo pasé algo similar y creo que ahora desde la distancia y el tiempo lo veo desde otro punto de vista más objetivo y que te puede ayudar…
      Mi mayor tenía casi 3 años cuando nacieron sus 2 hermanas. Cuando ella nació (la mayor) yo me cogí excedencia y me quedé con ella hasta que cumplió un año que empezó a ir a la guarde unas horitas por la mañana. Le di el pecho hasta los 2 años y medio más o menos, la porteaba, dormía con nosotros… te cuento esto para que te hagas una idea. Era la reina de la casa. La primera nieta. La niña de nuestros ojos. Y su mamá siempre con ella, para todo lo que necesitaba y quería. Yo me descuidé completamente, solo tenía tiempo para ella y bueno, siempre estuvo (incluso ahora) infinitamente más ligada a mi que a su padre. Hasta bien mayorcita sólo quería a mamá para todo y siempre fue muy demandante.
      Durante el embarazo fue cuando la desteté porque ya no podía más. Y poco a poco fui intentando que pasara más tiempo con su padre por mi (por descansar) y por «forzar» un poco que se fuera acostumbrando a pasar más tiempo con su padre, sabiendo lo que se nos venía encima. En relación a esto, ahora pienso que tenía que haber disfrutado más de esos últimos momentos con ella sola. Luego echas de menos esos momentos solo vuestros. No creo que sea necesario forzar antes de tiempo algo que inevitablemente tendrá que ser cuando nazca el bebé. Y creo que para ellos es más fácil de entender cuando no hay opción.
      Yo intentaría disfrutar con él pero sobre todo ir preparándole (en lo que se pueda) para lo que viene, el bebé. Tanto a él como a ti para ponerte en su lugar.
      La nuestra lo pasó realmente mal cuando nacieron. Pasamos un tiempo horrible. Cada vez que la llevábamos a la guarde se ponía como loca, llorando, gritando. No quería ir. También pasó por una fase que nos preocupamos un montón. Sufría cada vez que salía a la calle (incluso al patio de su guarde) porque tenía una necesidad compulsiva de coger del suelo todas (absolutamente TODAS) las piedras/hojas que veía. Las cogía y se las guardaba diciendo que eran para mamá, papá, abuelo, abuela, tío, primo… para toda la familia. Como no la dejáramos coger más se ponía como loca llorando, nerviosa… Le llegó a limitar y ella misma no quería ni salir a la calle ni al patio porque sabía lo que le iba a pasar. Creo que tuvo una crisis muy gorda de no pertenencia, de no saber su lugar, de echar de menos a mamá, de pensar que no la queríamos… no sé, fue horrible. Pero finalmente pasó y todo volvió a la normalidad.
      Así que intenta disfrutar ahora lo que puedas de tu pequeño. Vete preparándolo y mucha mucha paciencia que luego será un «pelín» más complicado 🙂
      Ánimos!

    • #15709
      patribc
      Participante

      Bei, ya lo sabemos! no es eso… es básicamente por tu experiencia con esto de la Disciplina positiva. Es normal que queramos saber cómo resolvería este tipo de cosas (ejemplos) una persona que lleve más tiempo usando todo este tipo de herramientas. Nosotras/os estamos iniciándonos y estamos un poco perdidos. En el libro de Jane Nelsen se ponen muchos ejemplos de cómo ella u otros padres resolvían (o lo intentaban) las cosas. Creo que sí nos ayudaría mucho que hicieras algo así, por tu experiencia…

    • #15687
      patribc
      Participante

      1. Está claro, la última columna es la de los padres que buscan soluciones 😉 . Hasta ahora, no creo que haya tenido un estilo claro. A lo mejor más tirando a controlador pero según el caso, según lo que «yo entiendo» que es razonable. En algunos de los ejemplo de la tabla, me veía en demasiado controlador y otros en demasiado permisivo. Lo que está claro es que ninguna de estas dos opciones son buenas.
      2. No recuerdo castigos. Pero desde mi perspectiva de adulta y conociéndome diría que tendería al sentimiento de Resentimiento o Rebelión. Y no creo que llegara a Revancha ni Retraimiento. Sin embargo mi marido sí que era, digamos, bastante travieso y encima iba a un colegio de curas así que le castigaban bastante a menudo. Él sí que experimentó los 4, según quién le hubiera castigado y el porqué.
      3. No recuerdo que usaran recompensas para conseguir algo conmigo. Sí con mi hermano y siendo sincera, creo que no funcionaban. El comportamiento no se cambiaba, seguía haciendo lo mismo. Incluso creo que no las llegaba a valorar, daba por hecho que se lo iban a dar.
      4. No recuerdo mucho si en mi casa se aprovechaban los errores para aprender algo o se penalizaban. Mis padres son muy diferentes entre sí y puedo suponer que mi madre no les daría importancia y mucho menos los penalizaría pero tampoco aprovecharía para aprendiéramos algo de ellos. Mi padre por el contrario, no los penalizaría, pero aprovecharía para hacer sentar cátedra, decir «te lo he dicho», «hazme caso», «se hace así», «si no hubieras…».

    • #15684
      patribc
      Participante

      Hola!
      Cuando más entramos en materia, más me cuesta hacer las tareas 🙂
      1. Los 3 sentimientos negativos que son más recurrentes en mi día a día son: agobio, desesperación y enfado. Son los que hacen que me destape más a menudo. Prefería mil veces que los sentimientos de agradecimiento, felicidad y confianza estuvieran más presentes en mi día a día (porque realmente los siento!).
      Al pensar en todo esto me he dado cuenta que, al igual que dicen algunas compañeras, mi nivel de tolerancia para entrar en esos sentimientos negativos dependen bastante de hacia quién vayan dirigidos. Incluso con mis 3 hijas no me comporto igual. Lo intento pero siento sincera, no es así. Con unas tengo menos paciencia y no debería ser así. Creo que va ligado a las expectativas que tengo de cada una. Con mi marido es con el que menos paciencia tengo, como que lo pago antes con él, pero es porque pienso que es el adulto y que sabrá entenderlo y llevarlo mejor (aunque a veces no sea así).
      En lo que estoy trabajando y es mi lucha interna es en subir ese nivel de tolerancia/ relativizar y el autocontrol para no destaparte tan frecuentemente y por cosas que realmente no son importantes. Me conozco bastante bien y no tengo ningún problema en hablar de sentimientos, en reconocerlos en mí misma, en los demás, en compartirlos, no soy de reprimirlos, los dejo salir, pido perdón constantemente (a mi misma y a los demás)… pero en momentos de estrés parece que todo se me olvida. Me estoy creando como mantras para decirme en esos momentos y así recuperar el control.
      2. Lo comento en el hilo que se ha abierto aparte
      3. Reconozco que casi no recuerdo cosas de mi infancia. Creo que tengo un problema con esto porque es como si la hubiera borrado, no la «imagen general» sino hechos concretos, sobre todo de cómo me criaron. Dicho esto, no recuerdo ningún castigo de mi infancia pero porque de los dos (tengo un hermano más pequeño) era la más «buena». Digamos que no daba problemas, obedecía, era ordenada, me gustaba estudiar, sacaba todo sobresalientes, … así que tampoco les di razones para castigarme. Seguro que algún castigo calló pero ni me acuerdo y mucho menos me dejó huella.
      En cuanto a recompensas, tampoco recuerdos que fueran habituales porque, como decía antes, ya hacía todo «bien». Sí recuerdo que cuando terminé COU con sobresaliente me hicieron un muy buen regalo y en la carrera también, pero no tanto como recompensa por haber hecho algo sino como un regalo.

    • #15682
      patribc
      Participante

      Bei, y si hubieras sido su mamá? 😉

    • #48808
      patribc
      Participante

      Entiendo lo que me dices y por eso mismo me entran dudas.

      PERO en ese caso, ¿qué haces? porque a veces llegas a un punto que solo tienes dos soluciones: haces lo que quieren ellos, a pesar de que tú vas a hacerlo a disgusto, o haces lo que tú quieres y entonces ellas están a disgusto y se enfadan.

      Entiendo que son temas a tratar en las reuniones de familia, lo sé. Pero yo hablo de resolver el problema y dar una solución en ese preciso momento. Porque es algo que se hace «ahora» o no se hace. Otro tipo de conflictos me parecen más «fáciles» de resolver porque no requieren de una toma de decisión en el momento.

      Y hablas de responsabilidad de los adultos pero, igualmente, quién dice que no les he avisado con suficiente tiempo de antelación, quién dice que no me he ofrecido a ayudar, … Y tampoco hablo de que ellas sean responsables de mis sentimientos o estado de ánimo, pero igual que yo debo respetar los suyos, ¿no deberías ellas respetar los míos?

      Hablamos mucho de autocuidado y estar bien, para cuidar. Pero si siempre ponemos por delante los sentimientos de los niños, dejando de lado los nuestros, ¿no estamos yendo en contra de este principio?

      Son dudas y reflexiones que me vienen a la cabeza con todo este tipo de cosas…

    • #48785
      patribc
      Participante

      Buena pregunta! Ese tipo de cosas son las que siempre me pregunto y no sé muy bien cómo abordar. Porque está muy bien decir ese tipo de cosas PERO parece que damos por hecho que al decirlo así van a hacer caso pero la mayoría de las veces, al menos al principio, no lo hacen. ¿Cómo actuar en ese caso? Si ellos, a pesar de todo siguen en el NO. A nosotros nos pasa mucho con el lavado de dientes y también recoger. A veces parece que la única solución es hacerlo nosotros (lavarles los dientes o recoger nosotros con ellos). Pero para mí esta no es una solución. Un día vale, pero cuando es siempre así, ya no me parece algo respetuoso conmigo o con el papá.

    • #47632
      patribc
      Participante

      Yo tampoco he recibido email y no sé si hubo webinar o no 🙁

    • #47527
      patribc
      Participante

      ¡Hola! Qué bien, una compi de zona por aquí!

      Yo también estoy en Marbella y conozco ese cole y a Ruth 🙂

    • #47526
      patribc
      Participante

      Ayyy en nuestro caso, el lavarse los dientes también es un momento súper estresante y que genera mucho conflicto. Con nuestra mayor no fue así, pero ahora con las dos peques (no tan peques, porque tienen ya 6 años) no hay manera. Es una lucha constante 🙁

      Igual el irse a dormir por las noches, el «peor» momento del día en nuestra casa (para los adultos, claro, no para ellas jeje).

    • #47258
      patribc
      Participante

      Hola Raquel!! Qué bien tenerte por aquí 🙂

      A mí también me pasa un poco eso, conforme van haciéndose «mayores». Tengo unas expectativas que no se cumplen y me frustro bastante (aunque luego en frío, soy consciente de que soy yo y no ellas).

      Y miedo me da llegar a la adolescencia de las 3 niñas sin haber creado antes ese clima de confianza, respeto y conexión que a veces nos falla…

Mostrando 18 respuestas a los debates